Indi Gregory, una niña inglesa de ocho meses, que padecía una rara forma de patología mitocondrial, considerada incurable por los médicos, fue desconectada hoy de los dispositivos que la mantenían con vida.
Tras la negativa de los jueces británicos de aceptar el recurso presentado por su madre y su padre, la pequeña se verá privada de los apoyos vitales que la mantienen con vida en el Queen's Medical Centre de Nottingham y será trasladada a un hospicio para enfermos terminales.
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Gregory padecía una rara enfermedad mitocondrial que hacía que sus células no produzcan suficiente energía, por lo que los médicos afirmaban que sufría de mucho dolor y angustia, por lo que no tenía sentido continuar con el tratamiento.
Un juez dictaminó que debía retirársele el soporte vital, ya fuera en el hospital o en un hospicio. Sus padres lo impugnaron, alegando que se les debía permitir hacerlo en su hogar, algo que el tribunal había dictaminado que ya no era posible por el deterioro de su estado desde que se consideró esa opción con anterioridad.
El Tribunal de Apelación del Reino Unido desestimó su recurso en una vista celebrada a distancia el viernes. “Los motivos del recurso carecen totalmente de fundamento”, declaró el juez Peter Jackson al dictar sentencia.
“Aunque se trata de una decisión jurídica, se adopta con plena conciencia de la cuestión profundamente delicada que constituye el núcleo del procedimiento”, dijo Jackson, quien explicó que la suspensión que impedía a los médicos retirarle el tratamiento, concedida para permitir la apelación, había llegado a su fin.
El fallo del Tribunal Supremo de Inglaterra rechazaba la petición de sus padres de que se les permitiera llevarla al hospital infantil del Vaticano en Roma, Bambino Gesù.
A principios de esta semana, el gobierno italiano concedió a la bebé la nacionalidad, en un nuevo intento de impedir que los médicos le retiraran el soporte vital y permitieran su traslado al país europeo, pero el juez Jackson señaló que el padre de Gregory había aceptado que las decisiones sobre su tratamiento fueran tomadas por los tribunales del Reino Unido.
LP