Destrucción de presa en Ucrania genera "catástrofe ambiental" y tensiones políticas

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia para abordar la voladura de la presa de Kajovka, a petición de los dos países involucrados.

, Agencia AFP y
Kajovka, Ucrania /

El muro de una importante represa en una zona del sur de Ucrania, controlada por Moscú, se derrumbó y provocó inundaciones; esto puso en peligro a la mayor central nuclear de Europa y amenazó el suministro de agua potable en ambos países enfrentados. 

Funcionarios de ambos bandos se apresuraron a evacuar a los residentes y se culparon mutuamente del suceso. Ucrania acusó a las fuerzas rusas de volar la represa hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, mientras que los funcionarios rusos culparon a los ataques militares ucranianos en la región en disputa. 

No fue posible verificar las acusaciones.

Las posibles consecuencias medioambientales y sociales de gran calado ocasionadas por el desastre quedaron claras pronto cuando las viviendas, las calles y los negocios empezaron a inundarse río abajo y los equipos de emergencias iniciaron los desalojos.

Las autoridades se apresuraron a revisar el sistema de refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia, y se mostraron preocupadas por el suministro de agua potable en Crimea, la península anexionada ilegalmente por Rusia en 2014.

Los problemas en la infraestructura añaden una nueva y compleja dimensión a la guerra que libra Rusia en Ucrania, que dura ya 16 meses, mientras las fuerzas de Kiev avanzan en su esperada contraofensiva a lo largo de los más de mil kilómetros del frente en el este y el sur del país.

No estuvo claro de inmediato si alguno de los bandos se beneficiaría de los daños en la represa, ya que el riesgo de inundación afecta tanto a territorios controlados por Rusia como por Ucrania

El desastre podría obstaculizar también la contraofensiva de Kiev en el sur y distraer a su gobierno, mientras que Rusia depende del embalse para abastecer a Crimea.

Patricia Lewis, directora del Programa de Seguridad Internacional del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres, indicó que atribuir la culpa es complicado pero “hay múltiples motivos por los que Rusia haría eso”.

“Hubo reportes (el otoño pasado) de que los rusos habían minado el embalse. La pregunta que deberíamos plantearnos es por qué los ucranianos se harían esto a sí mismos, dado que es territorio ucraniano", agregó.

Los expertos ya habían indicado que la estructura estaba en mal estado. David Helms, un científico estadunidense retirado que monitorea el embalse desde el inicio de la guerra, apuntó en un correo electrónico que no estaba claro si los daños eran deliberados o una simple negligencia de las fuerzas rusas que ocupan las instalaciones.

Pero Helms se reservó su opinión apuntando también al historial ruso de ataques a represas.

En medio de la indignación institucional, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, dijo que convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad Nacional. Según afirmó, las fuerzas rusas provocaron una explosión dentro de la estructura de la represa a las 02:50 de la madrugada y unos 80 asentamientos estaban en peligro.

Pero el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó el incidente como “un acto deliberado de sabotaje del bando ucraniano (...) destinado a cortar el suministro de agua a Crimea”.

"Ecocidio"

Responsables ucranianos denunciaron que la destrucción de la represa hidroeléctrica provocó el vertido de "150 toneladas de aceite de motor" en el río Dniéper y advirtieron del riesgo medioambiental.

"Existe igualmente un riesgo de nuevas fugas de aceite, lo que tiene un impacto negativo en el medioambiente", advirtió Daria Zarivna, consejera de prensa del jefe de la administración presidencial ucraniana, Andriy Yermak.

En un comunicado previo, la presidencia ucraniana cifró este "riesgo de fuga adicional" en "más de 300 toneladas". Esto hace temer consecuencias importantes sobre la fauna y la flora de esta parte del sur de Ucrania.

Las dos partes advirtieron de un desastre medioambiental inminente. La oficina presidencial ucraniana indicó que la maquinaria de la represa vertió alrededor de

150 toneladas métricas de petróleo

y que podrían filtrarse otras 300 más.

Andriy Yermak, jefe de la oficina, publicó un video en el que aparecían cisnes cerca de un edificio administrativo en las inundadas calles de Nova Kakhovka, una ciudad ocupada por Rusia en la provincia de Jersón que antes de la guerra tenía unos 45 mil habitantes. En otras imágenes que publicó se veía que el nivel del agua alcanzaba la segunda planta del inmueble.

El Ministerio del Interior ucraniano pidió a los residentes de 10 localidades en la margen derecha del río y de partes de la ciudad de Jersón que reúnan sus documentos esenciales y a sus mascotas, apaguen los electrodomésticos y se marchen, al tiempo que advirtió sobre posible desinformación.

El alcalde nombrado por Rusia para Nova Kakhovka, Vladimir Leontyev, dijo que el agua llegó a la ciudad, que fue evacuada.

El operador nuclear ucraniano, Energoatom, explicó en un comunicado que el incidente en la represa “podría tener consecuencias negativas para la central nuclear de Zaporiyia”, que es la más grande de Europa, pero por el momento la situación es “controlable”.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica, la agencia de supervisión nuclear de Naciones Unidas, afirmó en un comunicado que “ (hay) un riesgo inmediato para la seguridad de la planta”, cuyo sistema de refrigeración necesita agua.

El personal del OIEA en la central fue informado de que el nivel de la represa baja 5 centímetros por hora. A ese ritmo, el suministro del embalse debería durar varios días, agregó.

La central dispone de fuentes alternativas, que incluyen un gran estanque de refrigeración que puede suministrar agua “durante varios meses”, añadió la nota.

Las autoridades ucranianas ya habían advertido que la rotura de la presa podría liberar 18 millones de metros cúbicos de agua e inundar Jersón y docenas de zonas más donde viven cientos de miles de personas.

El Centro Mundial de Datos para Geoinformática y Desarrollo Sostenible, una ONG ucraniana, estimó que casi 100 poblados y ciudades quedarían anegados y calculó que el nivel del agua no comenzaría a bajar hasta pasados entre cinco y siete días.

Un colapso total de la represa arrasaría gran parte de la orilla izquierda del río, según el grupo de trabajo Consecuencias Ambientales de la Guerra en Ucrania, una organización de activistas y expertos que documentan los efectos ambientales del conflicto.

Mykhailo Podolyak, a asesor del presidente de Ucrania dijo que “en este momento se está produciendo un desastre ecológico global, online, y miles de animales y ecosistemas se destruirán en las próximas horas”.

Videos publicados en internet ofrecieron las primeras pruebas del derrame: uno mostró como el agua anegaba una larga carretera mientras que en otro un castor trataba de escapar de la crecida corriendo a zonas altas.

El incidente generó indignación a nivel internacional, incluyendo la del canciller de Alemania, Olaf Scholz, y la del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien dijo que el “intolerable acto (...) demuestra una vez más la brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania".

Ucrania controla cinco de las seis represas a lo largo del río Dniéper, que discurre desde la frontera norte con Bielorrusia hasta el Mar Negro y es crucial para el suministro de agua potable y electricidad de todo el país.

La represa de Kakhovska estaba completamente destruida, indicó la empresa hidroeléctrica ucraniana, que explicó en un comunicado que “no puede ser restaurada”. Ukrhydroenergo afirmó también que Rusia voló la planta desde dentro de la sala de motores.

Leontyev apuntó que los numerosos ataques sobre la planta hidroeléctrica de Kakhovka destruyeron sus válvulas y el “agua del embalse de Kakhovka ha comenzado a fluir de forma descontrolada río abajo”. Según el regidor nombrado por Rusia, los daños a la estación eran irreparables y será necesario reconstruirla.

Ucrania y Rusia ya se habían acusado previamente de atacar la represa, y en octubre Zelensky predijo que Moscú la destruiría para provocar inundaciones.

En febrero, el nivel del agua eran tan bajo que muchos temían que se produjese una fusión en la central nuclear de Zaporiyia, cuyos sistemas de refrigeración se abastecen del agua procedente del embalse contenido por la represa.

A mediados de mayo, tras las intensas precipitaciones y el deshielo, el nivel del agua subió por encima de lo normal y anegó localidades próximas. Las imágenes satelitales mostraron cómo el agua rebasaba las dañadas compuertas de la presa.

Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia 

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia para abordar la voladura de la presa de Kajovka.

Tanto Ucrania como Rusia habían solicitado un encuentro del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas para abordar la destrucción de esta infraestructura.

El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que la organización "no tiene acceso a información independiente sobre las circunstancias" de la destrucción de la presa, y se abstuvo de acusar a ninguno de los países.

"Pero una cosa está clara: esta es otra consecuencia devastadora de la invasión rusa de Ucrania", consideró.

Guterres calificó de "catástrofe monumental, humanitaria, económica y ecológica" la ruptura de la presa ucraniana, una de las mayores y más importantes del país y que está situada cerca de Nueva Kajovka, ciudad ocupada donde hay un gobierno instalado por Moscú.

SNGZ

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