El presidente de Francia, Emmanuel Macron, envió sus mejores deseos al recién investido presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y celebró su decisión regresar al Acuerdo de París sobre el clima.
“Solamente juntos podremos afrontar los desafíos de nuestro tiempo. Y juntos podremos afrontar el desafío climático, actuando por el bien de nuestro planeta”, escribió el jefe de Estado francés.
Después de la ceremonia de investidura en Washington, Joe Biden deberá tomar 17 decisiones presidenciales para revisar las medidas implementadas durante la era Trump, especialmente sobre el regreso de Estados Unidos al acuerdo climático de París (COP21) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Macron denunció la decisión de Donald Trump en julio de 2017 al abandonar el acuerdo internacional para luchar contra el cambio climático.
“Haga que nuestro planeta vuelva a ser grande”, dijo al terminar un mensaje, parafraseando la consigna electoral del ex presidente estadunidense: “Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande” (Make America Great Again).
El portavoz del Elíseo, Gabriel Attal, aseguró que la administración francesa está “impaciente por construir una relación sólida, útil y renovada con el presidente Biden”, añadiendo que París tiene la intención de enfrentar desafíos junto con él.
¿Cómo planea Biden enfrentar el cambio climático?
Para combatir el cambio climático, Biden devolverá a Estados Unidos al acuerdo del clima de París y bloqueará la construcción de un oleoducto, incluso ante el riesgo de deteriorar las relaciones con Canadá, cuyo primer ministro busca presionar para que cambie de opinión.
Después de cuatro años de presidencia de Trump, los expertos consideran que el demócrata deberá restaurar la credibilidad de Estados Unidos en el escenario internacional, proponiéndose objetivos concretos con miras a lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Para ello, Biden planea reunir a los líderes de los países más contaminantes para una cumbre, donde pretende convencerlos de hacer más ambiciosos sus compromisos medioambientales.
“Es importante que Estados Unidos demuestre que está decidido, y especialmente en casa”, dijo David Waskow, del World Resources Institute, un centro que aboga por que Estados Unidos establezca una reducción del 45 al 50 por ciento en las emisiones totales de gases de efecto invernadero para 2030, respecto de los niveles de 2005.
La nueva administración planea imponer límites estrictos en materia de metano para las nuevas infraestructuras petroleras y gasíferas, dijo al sitio de noticias Vox, Jamal Brown, un portavoz del equipo de transición del presidente electo.
John Kerry, ex secretario de Estado en la administración Obama, será la cara de Estados Unidos en las negociaciones internacionales sobre el clima, mientras los temas internos estarán a cargo de Gina McCarthy, principal asesora ambiental de la Casa Blanca.
Existen muchas medidas al alcance del demócrata para reparar el daño ambiental causado por su predecesor. Estas incluyen el reingreso al acuerdo de París -un proceso de 30 días desde que Estados Unidos envía una carta a la ONU, manifestando su voluntad de volver-, y desmontar el oleoducto Keystone XL, que conecta las arenas bituminosas de Alberta con las refinerías de las costas de Texas.
Economía verde
Biden puede reestablecer una serie de regulaciones ambientales eliminadas por Trump que van desde las emisiones de los automóviles hasta la contaminación atmosférica industrial. También, puede establecer nuevos estándares de conservación, como el de declarar reserva el 30 por ciento de la tierra y el agua de Estados Unidos para 2030.
En febrero, el presidente demócrata presentará al Congreso su plan de 2 mil billones de dólares que promete “enfrentar la crisis climática, construir una economía basada en energías limpias, abordar la injusticia ambiental y crear millones de empleos sindicales bien remunerados”.
Las medidas son muy similares al “green new deal” o “nuevo pacto verde” defendido por el ala progresista del Partido Demócrata. Es allí donde las cosas corren el riesgo de complicarse: el Partido Demócrata ejercerá un control muy frágil en el Senado y puede tener que hacer frente a posiciones contrarias y protestas.
“El desafío será reunir a los republicanos en torno a un proyecto de infraestructura de energía limpia que pueda reducir significativamente las emisiones estadounidenses”, dijo a AFP Paul Bledsoe, asesor climático del expresidente Bill Clinton y experto del Progressive Policy Institute.
Los desafíos políticos y técnicos son importantes, y Biden estará bajo presión para no reducir demasiado rápido los combustibles fósiles, especialmente el gas natural, que ha ayudado a Estados Unidos a bajar las emisiones durante una década y que es considerada una energía de transición esencial.
LP