Considerado el “emperador” de los casinos y uno de los principales donantes del Partido Republicano, el multimillonario Sheldon Adelson, nacido en Boston hace 84 años, es quien convenció al presidente estadunidense Donald Trump de jugar la suerte de Oriente Medio a la carta del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, rompiendo con ello siete décadas de consenso internacional sobre el estatus de la tres veces Ciudad Santa, el cual debe ser definido no de manera unilateral según Naciones Unidas sino entre israelíes y palestinos.
Según el periódico The New York Times, Trump decidió anunciar el cambio de sede diplomática de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén y el reconocimiento de su capitalidad, después de una cena en la Torre Trump con Adelson, considerado también el hombre más poderoso de las derechas de EU y de Israel, pese a que el magnate ha sido un demócrata como la gran mayoría de los judíos de EU. Su fortuna, ubicada en el lugar 14 a escala mundial, es estimada por la revista Forbes en 37 mil millones de dólares, aun cuando proviene de un medio “muy modesto”.
Su padre era un judío de origen lituano que escapó de los pogromos antes de la guerra para convertirse en chofer de taxi en Boston, donde Sheldon nació, de madre costurera a domicilio. Fue gracias a la organización de salones profesionales que el joven Sheldon amasó sus primeros millones, con los cuales a inicios de 1990 compró un casino en Las Vegas después de vender hipotecas, paquetes turísticos e intentar ser periodista bursátil.
También el semanario francés Le Nouvel Observateur (L’Obs) se refirió a la influencia de Adelson en la política de Donal Trump a propósito de la reciente visita a París del premier israelí Benjamin Netanyahu, y recordó, citando a Ron Kampeas, uno de los pocos periodistas que han entrevistado a Adelson, que su pasión por la política y por la derecha se vio influenciada por su segunda esposa, Miriam, doctora nacida en 1946 en la entonces Palestina, cuando aún no existía el Estado de Israel (creado en parte de ese territorio en mayo de 1948).
Fue Miriam quien lo alentó a crear fundaciones filantrópicas en Israel y EU, acercándose al partido derechista Likud. En 1996, Adelson financió la campaña de Netanyahu contra el candidato laborista Shimon Peres; creando más tarde un diario gratuito dedicado a promover la causa de Bibi, como se conoce a Netanyahu, Israel Hayom (Israel hoy), actualmente el primer periódico de Israel. En 2008, Adelson destinó varias decenas de millones de dólares para bloquear la candidatura de Barack Obama y otro tanto para impedir, sin éxito, su reelección.
Fue hasta que Donald Trump se impuso en las primarias republicanas, que Adelson se decidió a apoyar su candidatura, donando más que cualquier otro: 25 millones de dólares al comité a favor de su elección y luego otros cinco millones para la ceremonia de su investidura en febrero. “De esa inversión, él esperó algo a cambio”, afirma Vincent Jauvert de L’Obs.
Añade que Adelson estaba “decepcionado” de que Trump no reconociera a Jerusalén como capital de Israel apenas asumió el cargo, y así se lo hizo saber. Durante una cena en octubre amenazó con retirarle su apoyo para las presidenciales de 2020, lo que, considerando la estrechez de la base electoral del Trump, podría suponer un golpe fatal a su reelección.
¿Estimó Adelson que era el momento propicio de convencerlo, al ver el acercamiento israelí-saudita? En todo caso, dice L’Obs, el jefe de la Casa Blanca decidió atravesar el Rubicón, como quien lanza un dado sobre una alfombra roja, sin saber sobre qué lado va a caer.