El número de afectados por un deslizamiento de tierra en La Paz supera los cuatrocientos, con al menos 68 construcciones destruidas o desalojadas, cuyos inquilinos son asistidos en campamentos mientras prosigue la labor de equipos de emergencia en la zona, informó una fuente oficial.
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, ofreció en rueda de prensa un análisis de la situación tras el deslizamiento del pasado martes, con 431 damnificados por las construcciones afectadas, 48 de ellas totalmente destruidas y el resto con distintos daños o desalojadas por seguridad.
Revilla destacó que los equipos de emergencias desplegados en la zona suman mil 466 operarios, entre personal de la Alcaldía de La Paz, con 712, Policía Boliviana, unos 400, y de otras instituciones.
Este operativo cuenta con 57 máquinas, como excavadoras, para las labores de desescombro y la búsqueda de posibles desaparecidos, aunque el alcalde precisó que aún no está confirmado que haya dos o tres personas desaparecidas.
La autoridad advirtió de que tampoco existe confirmación de que se encontrara una persona fallecida.
Luis Revilla detalló que gran parte de las viviendas carecían de autorización, al estar construidas en una zona que fue un basurero, pero "con papeles o sin papeles necesitamos darles una solución" a sus inquilinos.
El hecho de que fueran construidas sobre un antiguo botadero propició la "velocidad inusitada" con que se produjo el deslizamiento por infiltración de agua de lluvia el paso fin de semana, subrayó.
Al respecto, dijo que solo 25 de las 68 construcciones afectadas tenían autorización, pero se atenderá a todos los damnificados, muchos "gente humilde".
Al menos otras 19 viviendas tendrán que ser demolidas, con el fin de estabilizar la zona afectada, mientras que otras 53 fueron desalojadas de forma preventiva y se espera que más adelante puedan regresar sus inquilinos, manifestó.
El alcalde señaló que de las aproximadamente 180 familias afectadas al menos 119 fueron alojadas en campamentos de ayuda, para los que se necesitan especialmente alimentos no perecederos, colchones y frazadas, y productos de aseo personal en los puntos de donación habilitados en la ciudad.
El río Cothauma ha sido devuelto a su cauce natural y la avenida Kantutani que quedó sepultada parcialmente se espera que reabra al tráfico en las próximas horas, lo que facilitará el ingreso a vecinos para que con precaución recuperen enseres de sus casas y vehículos, comentó.
El acceso está controlado para evitar el pillaje en la zona damnificada, de unas ocho hectáreas, según la autoridad.
Revilla recordó que la ciudad se asienta en una zona geológica complicada, por lo que la Alcaldía dispone de un mapa de riesgos y un plan con unos veinte millones de dólares para actuar en las áreas con mayores dificultades.
La Paz, con cerca de un millón de habitantes, se encuentra en plenos Andes con una altitud media de alrededor de 3 mil 600 metros.
jos