Cientos de manifestantes en la capital de Túnez salieron a las calles el sábado para denunciar el racismo y expresar su solidaridad con los inmigrantes después que el líder cada vez más autoritario del país afirmara que existe un complot para borrar la identidad de su país al traer africanos subsaharianos.
Personas que gritaban “no al racismo”, “solidaridad con los migrantes” y “no a la represión policial” marcharon por el centro de Túnez como parte de la protesta organizada por el sindicato de periodistas de Túnez y varias organizaciones no gubernamentales.
El presidente Kais Saied dijo a principios de esta semana que se necesitan “medidas urgentes” para abordar la entrada de inmigrantes no autorizados de países subsaharianos, “con su gran cantidad de violencia, crímenes y prácticas inaceptables”.
El portavoz del Foro Tunecino por los Derechos Sociales y Económicos, Romdhane Ben Amor, deplora el creciente número de agresiones racistas contra los inmigrantes subsaharianos tras las declaraciones de Saied.
“Observamos intentos de expulsar a algunos inmigrantes de sus hogares”, señaló a The Associated Press.
“A otros se les impide tomar el transporte público”, agregó.
La comediante tunecina Fatma Saidane denunció “acciones deplorables” dirigidas a algunos subsaharianos y pidió a la gente que mostrara una actitud cívica.
“No debemos agredir ni insultar a las personas que viven en nuestro suelo, de la misma manera que no aceptamos que nuestros compatriotas sean maltratados en Europa”, señaló.
En los últimos días, unos 100 inmigrantes subsaharianos han sido detenidos por haber cruzado sin autorización legal la frontera con Túnez, según Riadh Nouioui, fiscal adjunto de Kasserine, una región montañosa cercana a Argelia. Otros inmigrantes ingresan al país desde la vecina Libia.
Los comentarios de Saied generaron una tormenta en las redes sociales y la condena de las ONG. Túnez, alguna vez alabada como la única democracia en ciernes en el mundo árabe, también ha lidiado recientemente con una represión contra los políticos y activistas de la oposición.
MbG