Originaria de Tijuana e hija de dos ingenieros, la mexicana Alma Carolina Castillo Trujillo, cumplió sus sueños de convertirse en científica y trabajar en las agencias más importantes de Estados Unidos como la NASA y la ONU como oceanógrafa.
Además de ser investigadora en la Universidad de California en San Diego y en el Woods Hole Oceanographic Institution en colaboración con MIT
En una entrevista con MILENIO, Alma Castillo relató que es una oceanógrafa-física mexicana, que ha centrado sus estudios sobre el impacto del cambio climático a través de los océanos, por medio de instrumentos físicos y sistemas numéricos, en diferentes partes del mundo.
Su objetivo principal es obtener información y analizar la gestión y política de los recursos naturales, por lo que trabajó como pasante en la División de Estadísticas del Medio Ambiente de la ONU.
Además de distintos proyectos científicos y de divulgación para las minorías (latinos principalmente) que aspiran estudiar y trabajar en el campo de las ciencias exactas en los Estados Unidos, demostrando que cualquier sueño es posible cuando se tiene determinación y disciplina, sin importar el género o la etnia.
De esta manera Alma llegó a trabajar en la NASA, ONU y MIT
Su camino en el mundo de la ciencia comenzó desde la preparatoria, cuando decidió estudiar Ingeniería en Mecatrónica en el Tec de Monterrey. Sin embargo, durante su estancia en los primeros semestres se dio cuenta de que no era lo que quería.
“Lo que yo quería era utilizar las matemáticas para resolver problemas sociales, y poco a poco me di cuenta que eso lo podría lograr a través del área Académica y Teórica. En lugar de una ingeniería, ya que el enfoque era trabajar en empresas”, dijo Alma Castillo.
Así que Alma decidió cambiarse de carrera y se mudó a Ensenada, B.C., donde comenzó sus estudios universitarios como oceanógrafa, culminando en la Universidad Autónoma de Baja California en Ensenada.
Mientras estudiaba Oceanografía, Alma Castillo decidió tocar puerta tras puerta entre sus maestros de la carrera para obtener pasantías y experiencia y de esa manera, lograr estudiar su maestría y doctorado. Su perseverancia le otorgó una beca Fulbright para estudiar en Estados Unidos.
Al vivir en la frontera, Alma Castillo tuvo la oportunidad de obtener su beca, ya que habla inglés y español, además de estudiar intensivamente para cumplir con los requisitos de la beca. Alma fue aceptada en la Universidad de Hawái en Mānoa, con viaje y viáticos todo pagado, donde hizo su Maestría 3 años y 4 años de Doctorado.
Foto: Alma enseñando Oceanografía en Hawái
“Una vez que entras al mundo del Doctorado, y lo bueno de Estados Unidos, es que existen muchas pasantías totalmente pagadas para continuar estudiando, así que trabajé en la NASA un verano, en la ONU 3 meses, me fui a Francia 3 meses, fui a conferencias en Asia y presenté conferencias en Europa”, dijo la oceanógrafa mexicana.
Sin embargo, Alma se topó con muchos obstáculos en el camino
“De 10 solicitudes que mandaba, 5 me rechazaban, pero existen muchas posibilidades y ventajas para los estudiantes que pertenecen a una minoría y desean estudiar en el extranjero”, reveló Castillo.
Una vez que Alma terminó su maestría y doctorado en Hawái, se mudó a San Diego, para estudiar su posdoctorado en la Universidad de California de San Diego (UCSD) y luego en la National Academy of Science Postdoctoral Fellow en Massachusetts en colaboración con el MIT.
Después de cumplir con un impresionante currículum, actualmente Alma Castillo es investigadora y está realizando su posdoctorado en el Woods Hole Oceanographic Institution, enfocando su trabajo en el impacto del cambio climático y buscando la forma de inspirar a más mujeres, mexicanos y latinos a estudiar en el mundo de la ciencia.