El poderoso huracán Dorian azotó el norte de las Bahamas con lluvias torrenciales y vientos cercanos a los 300 kilómetros por hora, un huracán de una potencia sin precedentes en la historia de este archipiélago ubicado entre Florida, Cuba y Haití.
El huracán de categoría 5, calificado de "catastrófico" por el estadounidense Centro Nacional de Huracanes , tocó tierra al mediodía en el cayo Elbow de las islas Ábaco, en el noroeste de las Bahamas, un archipiélago formado por 700 islas, islotes y cayos.
Nos enfrentamos a un huracán (...) como no habíamos visto nunca en la historia de las Bahamas", declaró el primer ministro Hubert Minnis, quien rompió a llorar en la conferencia de prensa. "Probablemente sea el día más triste de mi vida", agregó.
Después de las Bahamas, se espera que el huracán se acerque a la costa este de Florida el lunes por la noche y el martes, pero es difícil predecir con qué intensidad golpeará a ese estado tras su cambio de trayectoria.
"Se está moviendo y es muy difícil de predecir", había resumido el presidente Donald Trump en un tuit el sábado.
"Inicialmente tenía que golpear directamente a Florida", pero ahora parecía dirigirse a Georgia y Carolina del Sur, dijo, y agregó que el camino de Dorian podría cambiar nuevamente. Trump anuló el viaje que debía efectuar a Polonia este fin de semana.
Aunque Miami probablemente se salvó de la tormenta, sus residentes se mantenían cautelosos y las autoridades continuaron distribuyendo sacos de arena para combatir las inundaciones en la ciudad.
El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, instó a la gente a "mantenerse alerta".
jamj