El presidente estadunidense, Joe Biden, prometió arreglar el problema migratorio durante el evento de reconocimiento a la comunidad latina con motivo del 5 de Mayo —considerado como el "Día del Orgullo Latino" en Estados Unidos— en la Casa Blanca que contó con la asistencia de la esposa del presidente de México, Beatriz Gutiérrez Müller.
Cerca de 100 asistentes comieron tacos de bistec, tamales de puerco, empanadas, ceviche, ensalada de jícama y sandía, además de churros bañados en chocolate. También se sirvieron margaritas con hielo, cerveza y otras opciones de bebidas, mientras un chef trituraba aguacates para hacer guacamole en un gran molcajete.
Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, se unió a Biden y la primera dama Jill Biden para la recepción en el Rose Garden de la Casa Blanca, que contó con mesas cubiertas de naranja, azul, verde lima y otros colores festivos.
“Somos una nación de migrantes. Nosotros decimos eso, pero la gente actúa como si no lo creyera”, dijo Biden, quien bajó brevemente del podio para saludar personalmente a Gutiérrez Müller. “Esa es nuestra fuerza”.
El mandatario destacó también la próxima apertura del Museo Nacional del Latino Estadunidense, que estará abierto al público este año. Biden reiteró las acciones de su gobierno en la comunidad latina, así como su reconocimiento que ha crecido en las últimas décadas, prometiendo que están trabajando para "arreglar la ley de migración" esto en medio del debate para finalizar el Título 42, la medida aprobada para la expulsión de migrantes por motivos sanitarios.
El presidente instó a los legisladores a aprobar una reforma migratoria que envió al Congreso en su primera semana en el cargo y que sigue estancada. Dijo que si esa medida no se aprueba, aún se podrían tomar medidas en iniciativas más pequeñas que cuentan con apoyo bipartidista, incluida la protección de las personas traídas ilegalmente a los Estados Unidos cuando eran niños.
“Estamos trabajando para arreglar la ley de migración”, prometió Biden en el evento del 5 de Mayo en la Casa Blanca.
El 5 de Mayo se ha vuelto más popular en los Estados Unidos que en gran parte de México. Brinda a los mexico-estadunidenses la oportunidad de celebrar la herencia mexicana, pero el día también es muy promocionado con fines comerciales por parte de las empresas de cerveza y refrigerios.
“Nuestra relación con México es especial”, dijo la primera dama Jill Biden: “Joe siempre dice que la política es personal. Y estoy agradecida de seguir construyendo nuestra amistad”.
Los presidentes estadunidenses de ambos partidos han tratado de usar el 5 de Mayo para celebrar las contribuciones de los latinos, un bloque de votantes cada vez más poderoso. La excepción fue el presidente Donald Trump, cuya promesa central de campaña antes de las elecciones de 2016 fue la de cerrar toda la frontera entre Estados Unidos y México.
El presidente número 45 no asistió a las ceremonias del 5 de Mayo, aunque emitió declaraciones, incluida una en 2018, que elogió “las importantes contribuciones de los mexicanos a los Estados Unidos”.
Trump también tuiteó sobre las vacaciones antes de ser expulsado de la la red social. Como candidato en 2016, escribió que “amo a los hispanos” mientras alababa los tacos del menú en el edificio de oficinas Trump Tower en Manhattan.
El año pasado, Biden conmemoró el día visitando una taquería de Washington que se había beneficiado del programa de la administración de Biden para ayudar a los restaurantes que perdieron negocios debido a la pandemia de coronavirus.
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