El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará en julio a Arabia Saudita, donde se reunirá con el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, abandonando los esfuerzos para condenar al ostracismo al líder de facto del reino petrolero por el asesinato de un periodista disidente.
La Casa Blanca puso fin el martes a semanas de especulaciones, al anunciar que Biden viajará a Israel, al territorio palestino de Cisjordania y Arabia Saudita del 13 al 16 de julio. Este será el primer viaje de Biden a Oriente Medio como presidente y, además de las reuniones con líderes individuales en los tres lugares, asistirá a una cumbre regional del Consejo de Cooperación del Golfo en Arabia Saudita.
"Podemos esperar que el presidente se encuentre con el príncipe heredero", dijo su vocera, Karine Jean-Pierre.
Existe una expectativa generalizada de que Biden presione a Arabia Saudita para asegurar un impulso en la producción de petróleo, en un intento por controlar los crecientes precios internacionales del crudo, los combustibles y la creciente inflación en su país de cara a las elecciones legislativas de mitad de período, en las cuales su Partido Demócrata corre el riesgo de perder la mayoría en el Congreso. Pero su reunión con el príncipe saudita marcará un controvertido cambio de política.
Como candidato presidencial, Biden había condenado el asesinato y desmembramiento de Jamal Khashoggi en 2018, periodista nacionalizado estadunidense y nacido en Arabia Saudita, conocido por escribir artículos críticos sobre los gobernantes saudíes en el diario The Washington Post. El presidente había señalado que por ese acto el reino se había convertido en un "paria".
Los hallazgos de los servicios de inteligencia estadounidenses divulgados por la administración Biden identificaron al príncipe como el principal autor intelectual de la operación. Si bien la Casa Blanca confirmó que la "seguridad energética" será un tema en Arabia Saudita, los funcionarios enfatizaron que todo el viaje tiene objetivos diplomáticos más amplios.
Jean-Pierre remarcó que la visita "es la culminación de meses de diplomacia" y no es producto de preocupaciones políticas recientes asociadas a la creciente inflación en Estados Unidos. Biden tendrá contactos con una decena de líderes durante la breve gira, en busca de mostrar "la vuelta del liderazgo estadounidense" a nivel internacional, dijo a periodistas un alto funcionario norteamericano.
Restablecimiento de vínculos palestinos
La gira comienza en Israel con una reunión con el primer ministro, Naftali Bennett. El mandatario hará hincapié en el generoso apoyo y compromiso de Estados Unidos con las fuerzas armadas de Israel, como el sistema antimisiles conocido como Cúpula de Hierro, en un momento de tensión por el fracaso continuo para resucitar el acuerdo internacional de 2015 para restringir el programa nuclear de Irán.
"Mientras esté en Israel, el presidente probablemente visitará un área donde se utilizan estos sistemas defensivos, y discutirá nuevas innovaciones entre nuestros países que usan tecnologías láser para neutralizar misiles y otras amenazas aéreas", dijo un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato.
Posteriormente, Biden se reunirá con el presidente palestino, Mahmud Abas, probablemente en la ciudad de Belén, según la fuente. El mandatario enfatizará "su compromiso de por vida con una solución de dos Estados" y restaurará los lazos de Estados Unidos con los palestinos, "casi rotos" bajo el mandato de su predecesor, Donald Trump.
Historia y controversia con Arabia Saudita
Está previsto que el mandatario tome un vuelo directo desde Israel a Yedá, en la costa oeste de Arabia Saudita, un viaje histórico. Será el primero en el que un presidente estadounidense va directamente desde el Estado hebreo a un reino árabe que no reconoce a su vecino. En 2017, Trump hizo ese viaje pero de forma inversa.
Una vez allí, Biden asistirá al Consejo de Cooperación del Golfo con líderes de Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, además de estar acompañado por autoridades de Egipto, Irak y Jordania, detalló el funcionario estadunidense.
Una prioridad para Biden será mantener la tregua recientemente extendida en el conflicto de Yemen, así como disuadir a Irán de posibles amenazas, "promover los derechos humanos y garantizar la seguridad energética y alimentaria mundial", acotó.
Biden también se unirá a una cumbre virtual del llamado grupo diplomático I2-U2 de India, Israel, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos, con foco en "la crisis de seguridad alimentaria" provocada por la invasión rusa a Ucrania, potencia exportadora agrícola. Sin embargo, la reunión más observada será entre Biden y el príncipe saudí.
"La política de Estados Unidos exigió una recalibración de las relaciones" tras el asesinato de Khashoggi, "no una ruptura", dijo el funcionario estadounidense.
En ese sentido, dijo que Arabia Saudita ha sido un socio estratégico de Estados Unidos durante 80 años y alberga a unos 70 mil estadunidenses y que es "lo más inteligente" que se puede hacer en estos momentos para la región.
Sin embargo, el senador demócrata Ron Wyden señaló en una declaración que Biden "no puede valorar más el petróleo saudí que la sangre (de las víctimas del príncipe bin Salman). Aceptarlo solo hace que nuestra población sea más vulnerable a los caprichos de los tiranos", dijo.
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