Reportan al menos 17 muertos tras bombardeo de Estados Unidos en Siria

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que al menos 17 combatientes murieron, según un balance preliminar, todos miembros de Hashd al Shaabi.

John Kirby, portavoz del Pentágono, informó del primer bombardeo ordenado por Biden durante su presidencia | AP
Agencia AFP
Beirut, Líbano /

Al menos 17 combatientes proiraníes murieron esta noche en ataques de Estados Unidos en Siria, en la frontera con Irak, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

"Los ataques destruyeron tres camiones de municiones (...) Hay muchos muertos. Al menos 17 combatientes murieron según un balance preliminar, todos miembros de Hashd al Shaabi", dijo a AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, refiriéndose a la poderosa coalición de paramilitares iraquíes pro-Irán.

Todos los muertos pertenecían a la fuerza de Hashed al-Shaabi, patrocinada por el estado de Irak y que agrupa a diversas milicias pequeñas que tienen vínculos con Irán.

Estados Unidos bombardeó este jueves supuestas posiciones de milicias proiraníes en Siria, el primer ataque ordenado por el presidente, Joe Biden, desde su llegada al poder, según informó John Kirby, portavoz del Pentágono.

"Bajo instrucciones del presidente Biden, las fuerzas militares de Estados Unidos realizaron esta noche ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria", indicó Washington en un comunicado.

Estados Unidos aseguró que los ataques aéreos destruyeron "varias instalaciones" ubicadas en un punto de control fronterizo cercano a Irak y utilizadas por Kataib Hizbulá y otra milicia proiraní.

Kirby dijo que el objetivo era un punto de control fronterizo utilizado por grupos armados iraquíes respaldados por Irán, incluidos Kataeb Hezbollah y Kataeb Sayyid al-Shuhada.

Represalias por ataques previos 

El ataque llegó después de tres ataques con cohetes contra instalaciones situadas en Irak y que son utilizadas por las fuerzas estadunidenses y de la coalición que luchan contra el grupo Estado Islámico.

Uno de esos ataques, a un complejo militar en Arbil, la capital de la región kurda, el 15 de febrero, mató a un civil y a un contratista extranjero que trabajaba con las fuerzas de la coalición y en él resultaron heridos varios contratistas estadunidenses y un soldado.

Los ataques en Irak llevados a cabo por grupos, que se sospecha, operan bajo la dirección de Irán supusieron un desafío para la nueva administración de Biden, en un momento que abre la puerta a reanudar las negociaciones con Teherán sobre su programa nuclear.

La administración estadunidense dice que quiere reanimar el acuerdo de 2015, del que el ex presidente Donald Trump salió en 2018, y tiene como objetivo congelar las aspiraciones nucleares de Irán.

Pero Washington también considera a Teherán como una amenaza continua para la seguridad en Oriente Medio y sostiene que no tolerará "actividades malignas" llevadas a cabo por la República Islámica.

Estados Unidos sospecha que Irán está buscando una oportunidad para vengar el asesinato por fuerzas norteamericanas del general Qasem Soleimani, un año atrás.

Soleimani, un alto oficial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, fue el enlace clave de Teherán con los grupos y personalidades aliados en Irak, Siria, Líbano y otras partes de la región.

Murió en un ataque con aviones no tripulados estadunidenses justo cuando llegaba a Bagdad para reunirse con los principales funcionarios iraquíes.

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo el lunes que Estados Unidos "responsabilizaría a Irán por las acciones de sus representantes que atacan a los estadunidenses", pero que no "arremeterá" y correrá el riesgo de desestabilizar a Irak.

Kirby calificó los ataques del jueves como "proporcionales" y dijo que "se llevaron a cabo junto con medidas diplomáticas", incluida la consulta con socios estadounidenses de la coalición anti-EI.

Pero también dijo que estaba diseñado para reducir la tensión en el este de Siria e Irak.

"La operación envía un mensaje inequívoco: el presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la Coalición",

JLMR

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