Uno de los grandes problemas de California, es la histórica sequía que se vive a nivel regional, dejando los suministros de agua potable al mínimo para la población. Por lo que el gobernador Gavin Newsom ha pedido reducción de agua de forma voluntaria. Sin embargo, la crisis del agua se vive en las zonas agrícolas como el valle de San Joaquín.
Siendo una de las regiones agrícolas más productivas del país. Sin embargo, el Valle de San Joaquín también cuenta con pozos domésticos que se están secando a un ritmo alarmante, mientras varios agricultores construyen una gran cantidad de pozos que acaban con el suministro al mismo tiempo.
Durante la última sequía extrema de California, que se extendió desde 2012 hasta 2016, los legisladores se esforzaron por proteger las menguantes aguas subterráneas del estado. La ley resultante, sin embargo, estuvo limitada por la política y el compromiso.
De acuerdo con una investigación de Los Angeles Times, se han perforado más de 6 mil 200 pozos en las zonas agrícolas del valle, desde que se aprobó la Ley de Gestión Sostenible de Aguas Subterráneas, conocida como SGMA en 2014.
Los últimos resultados de la construcción de pozos subterráneos por parte del Departamento de Recursos Hídricos del estado han demostrado que existen más de 2 millones de registros de miles de pozos en todo el estado.
En el condado de Tulare, donde la agricultura es la principal industria y generó más de $7 mil millones en 2020, cientos de familias se han quedado sin agua corriente. Los residentes de bajos ingresos y los pequeños agricultores han sufrido el mayor daño.
El continuo bombeo pesado y la perforación de pozos agrícolas sin control han dejado en duda el suministro de agua en el futuro.
wgp