Actualmente, el estado de California es una de las regiones mayormente afectadas por una histórica sequía extrema, provocando un bombeo excesivo de los pozos de agua en las regiones aledañas a los condados, mientras que los californianos que viven en zona urbana viven un estilo de vida que consume demasiada agua.
El agua subterránea todavía bombea sin límites estatales, mientras cientos de comunidades dependen del agua potable. Por otro lado, los condados del norte, los residentes ya viven restricciones de agua que antes fueron impuestos por sequías pasadas.
De acuerdo con expertos, la buena noticia es que en las áreas urbanas, la mayoría de los californianos no han vuelto a caer en viejos patrones de desperdicio de agua. Mientras algunos agricultores en la región, han optado por usar tecnología para tener un mayor ahorro de agua.
“Estamos en peor forma que antes de la última sequía y estaremos aún peor después de esta” Dijo Jay Lund, codirector del Centro de Ciencias de Cuencas Hidrográficas de la Universidad de California en Davis.
Sin embargo, los expertos dicen que el mayor problema para cuidar el agua es la falta de controles sobre el bombeo de agua subterránea. Los acuíferos todavía se están bombeando en exceso y la tierra se está hundiendo
“Finalmente logramos obtener algunas reglas estatales sobre el agua subterránea, pero no se implementarán en años”. Como resultado, dijo Peter Gleick, cofundador del Pacific Institute.
La sequía se caracteriza por un déficit de lluvia, nieve, escorrentía en los ríos, almacenamiento en embalses y más. Y todos estos factores están en una situación desesperada este año. Algunos son incluso peores que durante la última sequía.
Gran parte del estado ha recibido menos de la mitad de las lluvias y nevadas promedio desde octubre, y algunas áreas registran tan solo una cuarta parte. Para la mayor parte del norte de California, los últimos dos años han sido los segundos más secos registrados.
wgp