Símbolo de la democracia estadunidense y uno de los íconos clave de la planificación de Washington D.C., el Capitolio no sólo es la sede del Congreso de Estados Unidos, sino también el ícono de la unión de un país que se disputaba en sus primeros años como nación independencia el establecimiento de una capital pese a la división del norte y el sur de las antiguas Trece Colonias Británicas.
En los últimos años, su simbología ha estado en riesgo. Los simpatizantes del ex presidente Donald Trump intentaron tomar el edificio bajo el falso argumento de un presunto fraude electoral en enero de 2021. La división política en la sociedad estadunidense pone en duda la cohesión de un país que se convirtió en el siglo XX "la potencia del mundo".
¿Quién diseñó el Capitolio? ¿Cómo influyó su construcción al establecimiento de Washington como la capital de Estados Unidos? ¿Ese ha sido su diseño original? ¿Qué hay adentro del edificio, además de ambas cámaras del Congreso?
¿Por qué Washington D.C. es la capital de Estados Unidos?
Filadelfia fue la ciudad clave para la independencia de Estados Unidos en 1776, ya que fue la sede de los dos congresos continentales, y posteriormente del Congreso de la Confederación tras la ratificación de la primera constitución federal. La primera sede oficial del poder legislativo fue en la Casa Estatal de Pensilvania, hoy el Salón de la Independencia de la misma ciudad.
Sin embargo, para 1783 ocurrió el "motín de Pensilvania", donde varios soldados que lucharon en la Guerra de Independencia, furiosos porque no recibieron pagos por su labor en combate, tomaron el edificio, y el reciente Congreso se tuvo que trasladar a Princeton, Nueva Jersey. El entonces gobernador de la colonia, John Dickinson, simpatizaba con los manifestantes e influyó indirectamente en los legisladores para que se estableciera una ciudad definitiva para el recinto.
En ese año, Elbridge Gerry —quien sería años después el vicepresidente— propuso, ante el debate de establecer una ciudad capital, construirla en las orillas del Río Delaware, cerca de Trenton (Nueva Jersey), o del Río Potomac, cerca de Georgetown (Maryland), con un distrito y con un río en frente. En ese debate, también determinaron que la zona donde establecería debería tener una jurisdicción especial al resto de las colonias.
Los estados del norte —que eran los más ricos y poblados— exigían que la nueva capital estuviera en el norte del país. Mientras que los sureños —que eran agricultores y esclavistas— pedían que fuese cercano a sus territorios. Esto generó disputas entre las colonias.
Los firmantes de la Constitución de Estados Unidos —Alexander Hamilton, Thomas Jefferson y James Madison— acordaron en una cena que la capital de los futuros Estados Unidos debía ser en los estados sueños, mismo que se materializaría en el Compromiso de 1790, como parte de que habían pagado sus deudas tras la Guerra de Independencia, estableciendo en el pequeño poblado de Georgetown (Maryland) la nueva capital del país.
Hamilton apoyó la decisión de trasladar la capital a las orillas del Río Potomac comprometiéndose de que el gobierno federal asumiría las deudas de la guerra a cambio del apoyo de los estados del norte —que habían colectivizado sus deudas— para ubicar la capital al sur. En tanto, Filadelfia fungiría como capital provisional durante 10 años, hasta que la construcción de Washington estuviera concluida.
El entonces presidente George Washington deseaba que la ciudad de Alexandria (Virginia) —hoy parte de la zona metropolitana de Washington— fuese incluida en los límites del nuevo distrito federal, pero por conflictos de intereses —ya que Washington y su familia tenían terrenos en esa zona— y la enmienda establecía que no se debían edificar edificios al otro lado del río Potomac.
Los terratenientes que ya habían en la zona se negaban en un inicio a cederlos, pero llegaron a un acuerdo con Washington. Posteriormente ordenó la planificación, diseño y la adquisición de propiedades en el nuevo distrito federal. Para 1791 se determinó que se llamaría "Distrito de Columbia" y que la ciudad sería llamada con su apellido.
Para marzo de 1791, Washington emitió una proclamación presidencial que establecía el "punto de Jones, el cabo superior de Hunting Creek en Virginia (Alexandria)" como punto de partida para el estudio de los límites del distrito federal. La encuesta de varios expertos determinó que debía ser un cuadrado de 100 millas cuadradas (260 kilómetros cuadrados), con cada lado de longitud de 10 millas (16 kilómetros).
Washington encargó al ingeniero militar francés Pierre Charles L'Enfant —que participó en la Guerra de Independencia de Estados Unidos— diseñar el plano de la nueva ciudad. Thomas Jefferson (ya como secretario de Estado) tenía ideas modestas para la capital. Sin embargo, L'Enfant vio la tarea mucho más grandiosa, creyendo que también estaba ideando el plan de la ciudad y diseñando los edificios.
Jefferson fue quien le puso nombre al Capitolio
Thomas Jefferson insistió en que el edificio legislativo se llamara "Capitolio" en lugar de "Casa del Congreso", ya que proviene del latín y, aunque no esté confinado esa asociación, estaría inspirada en el Templo de Júpiter Optimus Maximus en la Colina Capitolina de Roma.
El "Plan L'Enfant" presentó el proyecto en ese mismo año. En ese abarcaba la ubicación de la "Casa del Congreso" (el Capitolio), donde estaría hacia el este, mientras que la "Casa del Presidente" (la Casa Blanca) se ubicaría frente a la vista del Río Potomac, unidas por una gran avenida con áreas verdes, lo que hoy comprende el National Mall. El plan especificaba que la mayoría de las calles se trazarían en cuadrículas diagonales unidas en algunas avenidas por glorietas.
Pero con disputas internas en el equipo de planeación de la ciudad, L'Enfant es despedido del proyecto, pero su proyecto seguiría en pie, pero con pequeñas modificaciones. Washington sería oficialmente designada como la capital de Estados Unidos en 1800.
Un concurso para decidir el diseño del Capitolio
Jefferson hizo un concurso de 500 dólares de la época para los diseño del Capitolio y de la Casa Blanca. Al menos diez personas presentaron diseños para la sede del Congreso; sin embargo, los dibujos se consideraron toscos y de aficionados, ya que no había gran educación arquitectónica en Estados Unidos. Aunque una de las ideas más prometedoras era la del arquitecto francés Stephen Hallet, su diseño elaborado, con demasiada influencia francesa y su costo hizo que se desistiera.
Sería hasta 1793 cuando el arquitecto aficionado, William Thornton, quien daría la base del diseño del Capitolio, inspirándose en el frente este del Louvre, así como en el Panteón de París para la parte central del diseño, aunque al final tuvo ligeros ajustes por arquitectos estadunidenses y británicos.
El 18 de septiembre de 1793, el presidente George Washington, junto con otros ocho francmasones vestidos con su indumentaria masónica, colocaron la primera piedra. La construcción estuvo a cargo de Hallet, que fue designado como ingeniero de la obra, bajo la supervisión de James Hoban —quien diseñó y supervisaba la construcción de la Casa Blanca—, pero al ir modificando los planes de Thornton, es despedido.
Su primera etapa estaría concluida en el año 1800, inaugurándose el ala norte (hoy, la actual sede del Senado), y ambas cámaras debían compartir el mismo espacio, ya que el ala sur (la actual Cámara de Representantes) sería culminada once años después, hasta 1811. El Capitolio contaba con una cúpula mucho más sencilla que la actual, e incluso, el recinto fungió como lugar religioso durante sus primeros años en lo que se construían el resto de los edificios en Washington.
Sin embargo, para 1812 quedaría destruido parcialmente tras la Guerra de 1812 —donde los británicos quisieron reconquistar Estados Unidos—, dejando dañado gran parte del edificio central, esto durante la "Quema de Washington". Los legisladores tuvieron que usar un edificio temporal, el Capitolio "de ladrillo viejo", mismo que fue demolido años después y en su lugar alberga la Corte Suprema de Estados Unidos.
Mientras la expansión territorial de Estados Unidos se hacía más grande, pasando pasando de 16 entidades en 1800 a 31 en 1850, el Capitolio se quedó pequeño y en ese año se llevó a cabo un nuevo concurso de diseño. El presidente Millard Fillmore nombró al arquitecto Thomas U. Walter para llevar a cabo la expansión. Se agregaron dos nuevas alas: una nueva cámara para la Cámara de Representantes en el lado sur y una nueva cámara para el Senado en el norte.
Los esclavos fueron fundamentales para las obras del nuevo capitolio, ya que no hubo gran convocatoria para atraer obreros europeos. Con las obras de expansión, los ingenieros se dieron cuenta que la cúpula se estaba quedando chica. Pero sería hasta 1855 cuando se tomó la decisión de derribarlo y reemplazarlo con una cúpula de hierro fundido "estilo pastel de bodas", diseñado por Walter.
El nuevo domo tendría tres veces la altura del domo original con 288 pies (88 metros) de altura y 96 pies (29 metros) de diámetro. Las obras duraron 11 años, culminando hasta 1866. En ese lapso se pintaría la apoteosis de Washington, la obra que adorna el interior del Capitolio, por el artista greco-italiano Constantino Brumidi.
Brumidi, el "desconocido" que pintó en México
Constantino Brumidi, antes de pintar en el Capitolio, se había mudado recientemente a Estados Unidos en 1852, estableciéndose en Nueva York. Ya había hecho pinturas para el Vaticano. De acuerdo con el libro, 'The Grove Encyclopedia of American Art', de Barbara A. Wolanin, Brumidi pintó un retablo representando a la Santísima Trinidad en uno de los retablos de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
La última gran expansión del Capitolio sería a inicios del siglo XX, con la reconstrucción y ampliación del pórtico, realizada en 1904 y en 1950. A partir de ahí, el edificio sólo ha tenido remodelaciones y ampliaciones tanto para atraer visitantes como para ampliar la comodidad de los empleados del edificio.
¿Qué alberga el Congreso del Estados Unidos, además de las cámaras?
Si bien, es la sede del poder legislativo de Estados Unidos, también es el lugar para eventos de gran magnitud y es uno de los lugares que más atrae turistas a nivel nacional, por su colección de arte, historia y otro tipo de eventos.
La explanada del Complejo del Capitolio es usada para la toma de posesión del presidente de Estados Unidos, que se realiza cada 20 de enero de cada 4 años. También ha sido sede de otros eventos masivos como funerales de Estado y visitas de personalidades importantes, como la del Papa Francisco en 2015. También fue el escenario del asalto al reciento el 6 de enero de 2021. En tanto, la entrada Este es donde entran los autos oficiales tanto para funcionarios de alto nivel, así com representantes extranjeros.
Con las ampliaciones que ha tenido el Congreso de Estados Unidos, caben con cierta normalidad los 100 senadores y los 435 representantes de ambas cámaras. Pero en el edificio no están las oficinas de todos los legisladores, anteriormente todos trabajan en el mismo recinto.
En 1891, el Senado compró un edificio de viviendas y lo convirtió en las oficinas de los legisladores, pero la medida fue insuficiente. Para 1908 se construyeron dos nuevos edificios anexos al capitolio para dar cabida a los senadores, mientras que para los representantes les darían sus respectivos edificios de oficinas hasta la década de 1930, mismos que están a unos pasos del Capitolio.
El Capitolio tiene su propio Metro
El Congreso de Estados Unidos tiene un sistema de trenes interno que lleva por debajo de la superficie a los legisladores de sus oficinas en los edificios aledaños a recinto legislativo. Fue inaugurado en 1906 y es usado plenamente por los legisladores, aunque también es usado para los visitantes en días que no hay sesión.
Las oficinas que quedaron son plenamente para los líderes partidistas de la Cámara de Representantes y la de Senadores, así como salas de reuniones, salas de prensa, bibliotecas y el salón de la vicepresidencia, ya que el segundo al mando en el gobierno de Estados Unidos es también el presidente del Senado.
La Cámara de Representantes el el recinto más grande del Capitolio, ya que ahí se albergan los Estado de la Unión —el informe de Gobierno del presidente— y otros eventos honorarios. Los visitantes sólo pueden acceder a una parte de la parte baja del edificio, donde está la Rotonda del Capitolio, el Salón Nacional de las Estatuas y la antigua sede del Senado.
Esa cámara está adornada con retratos en relieve de legisladores y legisladores famosos a lo largo de la historia. El lema nacional de los Estados Unidos "In God We Trust" ("En Dios Confiamos") está escrito sobre la tribuna debajo del reloj y sobre la bandera de los Estados Unidos.
Cuenta 23 retratos en relieve —enter ellos el de Napoleón Bonaparte, Alfonso X de Castilla, Solimán el Magnífico y hasta Hammurabi—, de los cuales, sólo Moisés está esculpido desde una vista frontal completa y está ubicado frente al estrado donde se sienta ceremonialmente el speaker de la Cámara.
La Rotonda del Capitolio es la que alberga las principales pinturas de la Historia de Estados Unidos —como el desembarco de Cristobal Colón y la firma de la Declaración de la Independencia—, así como los frisos que narran la historia del país, —esculpidos por Brumidi y posteriormente por Allyn Cox— y es el lugar donde se realizan los funerales de Estado. En tanto la Sala de las Estatuas está llena de esculturas de estadunidenses prominentes.
¿Qué personajes han tenido funeral de Estado?
Ex presidentes como Abraham Lincoln, John F. Kennedy, Ronald Reagan y George H.W. Bush fueron velados dentro de la Rotonda del Capitolio. Además, legisladores como John Lewis (líder de los derechos civiles), el senador John McCain y activistas como la afroamericana Rose Parks también tuvieron el honor de tener una despedida de Estado.
Y en la planta baja se encuentra una zona conocida como la Cripta. El lugar tenía el objetivo de enterrar a George Washington con una balaustrada anillada en el centro de la Rotonda arriba mirando hacia su tumba. Sin embargo, bajo las estipulaciones de su última voluntad, fue enterrado en Mount Vernon, al sur de Washington. Hoy alberga exhibiciones sobre la historia del Capitolio.
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