Durante un año, un diplomático japonés en Estados Unidos publicó a diario un video prácticamente idéntico en su cuenta de Instagram: un año de grullas de origami para desear salud y paz a todo el mundo.
"Hoy es mi día 365 en Seattle", comienza diciendo Hisao Inagaki, cónsul general de Japón en la ciudad del occidente de Estados Unidos, en un video publicado este viernes en su cuenta.
"He doblado la grulla número 365 mientras rezo por salud y paz para todo el mundo", continúa, mientras muestra un origami en papel color rojo estampado.
Ese mensaje marca un ciclo para Inagaki, de 60 años, quien llegó a Estados Unidos en agosto de 2020, cuando el país estaba sumergido en la crisis sanitaria provocada por el covid-19 y los encuentros personales no eran aconsejables.
"Comencé a grabar los origamis de grullas por causa de la pandemia. Quería usar mis redes sociales para enviar un mensaje a todos expresando mis simpatías", cuenta Inagaki.
Así comenzó la práctica de grabar los videos con prácticamente el mismo encuadre en el que se ve al cónsul en primer plano hablando. Los únicos cambios entre un día y otro son sus camisas y el número de cada grulla. Las grullas de papel son una tradición de siglos en Japón, en donde simbolizan longevidad.
"Se cree que doblar mil grullas de papel es un preludio a cosas buenas", dice Inagaki, pero añade que en realidad, más que mil grullas, hay que doblar "un montón".
Eliminando los días 193 y 194 en que no pudo colgar sus videos por problemas en la plataforma, Inagaki se ha mantenido fiel a su propósito.
Sin embargo, en el día 195 se salió ligeramente del guión al añadir al comienzo del video un entusiasta "¡Estoy de regreso!", para luego adoptar el tono tradicional de sus piezas.
Este viernes, Inagaki también introdujo algunos cambios para marcar la ocasión: usó un traje y mostró las grullas que, juntas, formaban los números 365.
"Para continuar a diario, pensé que era mejor hacer algo simple", explica Inagaki.
La simplicidad de su contenido en Instagram convierte sus piezas de diez u once segundos en una experiencia casi hipnótica. Al desplazarse durante el año de videos rápidamente, es posible ver los cambios en su cabello, casi como si se tratase de una animación.
"Voy a la peluquería cada diez semanas", dice el diplomático.
Cada grulla tiene su fecha. Inagaki las guarda en una caja grande, y piensa donarlas a un asilo o un centro de cuidados cuando termine su asignación en Seattle. Hasta entonces promete continuar sus origamis, para el deleite de sus casi 900 seguidores de su cuenta @hisaoinagaki.
dmr