Alrededor de 70 mil estadunidenses se preparan para alistarse al 'ejército' de rastreadores de contacto del covid-19, una estrategia que las autoridades han considerado "clave" para mitigar la propagación del virus en las próximas fases de reapertura.
Su objetivo principal será averiguar qué contactos tuvo una persona que dio positivo para coronavirus, siguiendo unos protocolos bien estipulados que marcan el cómo, el cuándo y el porqué.
Universidades y centros educativos de Estados Unidos están enseñando a los reclutados a través de aulas virtuales para incrementar el número de especialistas en el menor tiempo posible.
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Esta práctica, que parece ahora novedosa para el público, tiene en realidad una larga tradición dentro de la investigación y el control de otras enfermedades, como la tuberculosis y el SIDA, por ejemplo.
Las autoridades estatales y locales de EU aceleraron las actividades de reclutamiento y capacitación de trabajadores de salud del sector público que quieran convertirse en este tipo de "detectives del coronavirus".
Esto se debe, en gran parte, al jalón de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés).
"Necesitamos acción inmediata: las autoridades deben escalar y capacitar a una gran fuerza de trabajo de localización de contactos para detener la transmisión de la covid-19", escribieron los expertos de los CDC a todos los estados del país, según una carta facilitada a Efe.
California, al frente de lucha contra coronavirus
California ha sido uno de los estados que más en serio se ha tomado las directrices de los CDC. El estado ha anunciado que tiene como objetivo entrar a unas 20 mil personas en los próximos dos meses, según su Departamento de Salud.
Uno de los directores del programa de capacitación de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), Ron Brookmeyer, decano de la facultad de salud, destaca en declaraciones a Efe que la amenaza del covid-19 "sigue siendo alta", pese a las primeras medidas de reapertura de la actividad en EU.
"Si queremos comenzar de manera segura a reabrir nuestra sociedad, necesitamos tener ciertas medidas de salud pública, incluido un aumento significativo en nuestra capacidad de rastrear nuevas infecciones", comenta Brookmeyer, eminencia en el control de epidemias.
Otros estados, como el de Washington o el de Nueva York, el más afectado a nivel nacional, también han tomado serias medidas para aumentar su plantilla de "detectives" de propagación del virus.
Debido a las propias normas de distanciamiento social, la UCLA y el centro de esta misma universidad en San Francisco han iniciado la "Academia de Capacitación Virtual del covid-19", un programa en línea que pretende educar a empleados públicos para acorralar al coronavirus.
Los alumnos se conectan desde sus hogares a un curso de 20 horas, en el cual aprenden principios del rastreo de contactos y estrategias de contención de enfermedades infecciosas.
Alina Dorian, decana de la UCLA con una amplia experiencia al haber dirigido equipos de respuesta de emergencia en Kosovo, Haití y Perú, es una de las expertas que han impulsado esta enseñanza a distancia.
"Usamos regularmente el rastreo de contactos para contener enfermedades transmisibles, y lo ampliamos durante los brotes. Por lo tanto, es una medida de salud pública que es probada y verdadera", asegura Dorian.
El número de rastreadores que necesita cada estado varía en función del tamaño de su población, la cantidad de casos positivos registrados y las medidas de contención que se han tomado a nivel local.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud del Condado y la Ciudad (NACCHO, en sus siglas en inglés) ha calculado que los estados necesitarán pronto de media el doble de rastreadores de enfermedades.
Según sus proyecciones, los estados requieren de 15 empleados de salud dedicados a esa labor por cada 100 mil personas en tiempos normales, mientras que con una pandemia como la actual la cifra debería duplicarse a 30 rastreadores por cada 100 mil habitantes.
Alertar de posibles casos de covid-19, tarea clave
Cuando el sistema sanitario detecta un nuevo positivo por coronavirus, un rastreador habla con esa persona –generalmente por teléfono– en lo que marca el inicio de una investigación del caso para determinar sus contactos cercanos, es decir, cualquiera que haya estado a menos de 6 pies (o casi dos metros) durante 10 minutos mientras estaba infectado.
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A continuación, estos "detectives" se comunican con los contactos cercanos para informarles de una posible exposición y les recomiendan quedarse en casa para frenar la propagación del virus, cuenta a Efe la encargada de la Comunicación del Departamento de Salud de Washington, Amy Reynolds.
"No, los entrevistadores no revelan el nombre de la persona que puede haberlos expuesto al contacto cercano", constata Reynolds, preocupada por las dudas de confidencialidad de esta iniciativa.
En el estado de Washington, ha sorprendido que, además de los profesionales del sector sanitario, más de 2 mil 500 personas se hayan presentado voluntariamente para sumarse a este 'ejército' estadunidense de rastreadores del coronavirus, que va tomando forma con el paso de los días.
tm