Obesidad, colesterol y su edad… los factores de riesgo para Donald Trump al tener covid-19

La Casa Blanca informó que el presidente de Estados Unidos tiene síntomas "leves". Pero el riesgo de desarrollar una forma grave no es menor, debido al sobrepeso de Trump.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos. (Reuters)
Agencias
Washington /

Donald Trump tiene covid-19 y su estado de salud preocupa al mundo. El presidente de Estados Unidos enfrenta varios factores que podrían aumentar los riesgos de que su infección de coronavirus se agrave, como la edad, la obesidad, el colesterol elevado y el hecho de ser hombre.

Trump y la primera dama Melania Trump, que también dio positivo, “están bien por el momento” y planean permanecer en la Casa Blanca mientras se recuperan y son monitoreados de cerca, según una declaración de su médico, el doctor Sean Conley.

“Hay muchas probabilidades de que tenga una enfermedad leve”, como la mayoría de las personas con el virus, dijo el doctor Gregory Poland, un especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo y quien no tiene ningún papel en la atención médica de Trump.

Sin embargo, enfatizó que el covid-19 es muy impredecible.

“Tenemos gente joven que ha muerto. Tenemos pacientes en casas de ancianos, muchos, a quienes realmente les fue bastante bien”, añadió Poland.

Ningún tratamiento ha demostrado ser eficaz para prevenir la enfermedad en una persona infectada, ya sea asintomática o con síntomas leves. Eso incluye la hidroxicloroquina, un medicamento que Trump promovió durante mucho tiempo y que incluso tomó a principios de año después de que un miembro del personal de la Casa Blanca dio positivo por el virus.

Esto es lo que dicen los expertos sobre la perspectiva de salud para Donald Trump:

Signos y síntomas del covid-19

La infección causa síntomas leves o nulos en aproximadamente el 80 por ciento de los casos. Aproximadamente el 15 por ciento de las personas se enferman seriamente y el 5 por ciento se enferma muy gravemente.

Los síntomas, cuando ocurren, suelen aparecer de dos a 14 días después de la infección y pueden incluir pérdida del olfato o del gusto, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, fatiga, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, diarrea y fiebre.

Hasta la mitad de los pacientes hospitalizados no tiene fiebre cuando ingresan, pero casi todos la desarrollan. La evolución de las personas varía ampliamente: algunas parecen recuperarse y luego empeorar de repente.

A veces se desarrolla neumonía, pero se han reportado complicaciones en prácticamente todos los órganos del cuerpo.

Los riesgos para Donald Trump: es obeso y tiene 74 años

La edad avanzada, el ser hombre y tener otros problemas de salud aumentan las posibilidades de padecer enfermedades graves, y Trump tiene esos factores de riesgo.

A los 74 años, “su edad sería el principal factor de riesgo”, dijo el doctor David Banach, médico de enfermedades infecciosas del sistema de salud de la Universidad de Connecticut.

Las personas de 65 a 74 años tienen siete veces más probabilidades de ser hospitalizadas por covid-19 que las de 18 a 29 años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Los riesgos aumentan exponencialmente con edades más avanzadas.

Trump también es obeso, con un índice de masa corporal de poco más de 30.

“La obesidad es un estado de disminución crónica en la inmunidad. En otras palabras, no respondes tan bien a las vacunas, no respondes tan bien frente a las infecciones” como las personas de peso normal, dijo Poland.

Trump toma una estatina para reducir su colesterol, y esa condición también aumenta su riesgo de complicaciones por covid-19, afirman los médicos.

Trump no fuma, no bebe y le obsesionan los gérmenes… pero le dio covid-19

Donald Trump no fuma, no bebe, está obsesionado con los gérmenes y siempre ha reivindicado su salud de hierro.

Ha construido su imagen política sobre la base de su vitalidad, burlándose de la falta de energía de sus oponentes tanto en la presente campaña como en la de 2016.

Pero Trump se contagió el coronavirus, un enemigo difícil e impredecible.

Durante la carrera por las primarias republicanas, una de sus críticas favoritas a Jeb Bush, era que su rival tenía "poca energía": "batería baja". La entonces candidata demócrata Hillary Clinton tenía aún menos energía, dijo luego.

"Ella no tiene resistencia física ni mental" para ser presidente, afirmó. Y luego tuiteó: "¿Dónde está Hillary? ¡Está durmiendo!".

En la presente carrera electoral, endilgó a su rival demócrata Biden el mote de "Joe el Dormido". También lo acusa de hacer campaña desde el sótano de su casa y de llevar "el barbijo más grande que he visto".

"¡Ni siquiera sabe que está vivo!", se burló una vez.

Lucir vigoroso es tan importante para Trump, que en diciembre de 2015 dictó una carta a su médico, asegurando al público que "inequívocamente" sería la "persona más saludable jamás elegida a la presidencia".

Trump, que cumplió 74 años en junio, está obsesionado por los gérmenes: odia dar la mano, se lava con frecuencia y no tolera que la gente tosa o estornude a su alrededor.

Pero paradójicamente esperó hasta el 11 de julio para usar por primera vez mascarilla en público debido a la pandemia.

Trump sabe muy bien que las personas de su edad son las más vulnerables. El 21 de septiembre, en un mitin, dijo a sus seguidores: "Afecta a los ancianos, a los que tienen problemas cardíacos y a otros".



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