El presidente Donald Trump firmó órdenes ejecutivas para implementar un plan de ayuda económica para los estadunidenses, luego de que los republicanos y demócrata fracasaran en su intento de alcanzar un acuerdo sobre un nuevo paquete de estímulos económicos en el Congreso.
Entre las medidas figuran una prestación adicional de 400 dólares (8 mil 955 pesos mexicanos) semanales para desempleados, frente a los 600 dólares iniciales (13 mil 430 pesos), una suspensión de los impuestos sobre las nóminas y una prórroga de la moratoria a los desahucios, entre otras.
"Estamos hartos y vamos a salvar los puestos de trabajo estadounidenses y a proporcionar ayuda a los trabajadores", dijo en una conferencia de prensa en su club de golf en Bedminster, en Nueva Jersey, antes de proceder a su firma.
La recuperación del mercado laboral se moderó en Estados Unidos. en julio con el descenso del índice de desempleo del 11.1 por ciento el mes previo al 10.2 por ciento, mientras que se generaron 1.8 millones de empleos en medio de la persistente pandemia del coronavirus, informó este viernes el Departamento de Trabajo.
La modesta mejoría refleja la gradual reapertura de la economía, golpeada por la pandemia de la covid-19. El dato se dio a conocer días después de que expirara el subsidio adicional de desempleo creado en marzo por el Congreso y promulgada por el presidente estadounidense Donald Trump.
Ese beneficio, de 600 dólares semanales, supuso el salvavidas para muchas familias estadounidenses y por el momento los legisladores demócratas y republicanos del Congreso no lograron ponerse de acuerdo para extender el programa.
Los demócratas ofrecieron el jueves rebajar su petición un billón de dólares para que el paquete de rescate sea de 2.4 billones, pero pusieron como condición que la Casa Blanca incremente su oferta de un gasto total de un billón de dólares a los 2 billones.
Sin embargo, los negociadores de la Casa Blanca, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, y el jefe de gabinete, Mark Meadows, han calificado de "imposible" la propuesta demócrata.
En parte, la Casa Blanca se resistió a aumentar el gasto porque está recibiendo presión de una minoría de legisladores republicanos, favorables a la disciplina fiscal y que por motivos ideológicos consideran que el Gobierno federal no debe interferir en el libre mercado.
dmr