En Houston, Al Flores aumentó los precios en su restaurante porque el costo de la carne se duplicó debido a la falta de personal migrante en las líneas de producción de las plantas empacadoras de carne. En la zona de Dallas, Joshua Correa elevó los precios de las viviendas construidas por su empresa en 150 mil dólares, debido en parte a los aumentos de costos provocados por la falta de mano de obra.
Después que la migración disminuyó durante la presidencia de Donald Trump —y se detuvo casi totalmente durante los 18 meses de la pandemia de coronavirus, el país descubre que hay una escasez de mano de obra debida en parte a esos frenos.
Se calcula que el país tiene 2 millones de migrantes menos de los que tendría si se hubiera mantenido la medida. Esto ha provocado una disputa desesperada por la mano de obra, lo cual redunda a su vez en escasez y aumentos de precios.
“La falta de esos 2 millones de migrantes explica en parte la escasez de mano de obra”, dijo Giovanni Peri, economista en la Universidad de California en Davis, quien calculó el déficit. “En el corto plazo, nos ajustaremos a ese déficit en el mercado laboral mediante aumentos de salarios y precios”.
El factor laboral es uno de los que contribuyen a que Estados Unidos padezca la inflación más alta de los últimos 40 años; otros son los trastornos en las cadenas de suministro a causa de la pandemia y el aumento de los precios de combustibles y materias primas desde la invasión rusa de Ucrania.
Steve Camarota, investigador del Center for Immigration Studies, partidario de reducir la migración, cree que durante la presidencia de Joe Biden habrá un fuerte aumento de la migración ilegal que compensará la escasez que aún persiste después de la pandemia. Sostiene además que los aumentos de salarios en sectores de bajos ingresos como la agricultura contribuyen poco a la inflación.
“No creo que los aumentos de salarios sean una mala cosa para los pobres, y pienso que matemáticamente es imposible reducir la inflación con límites a los salarios más bajos”, dijo Camarota a The Associated Press.
La migración está regresando rápidamente a sus niveles prepandemia, dicen los investigadores, pero Estados Unidos necesitaría una fuerte aceleración para compensar el déficit. Dada la fuerte baja de la natalidad en las últimas dos décadas, algunos economistas pronostican que la fuerza de trabajo potencial empezará a disminuir para 2025.
Mientras tanto, el sistema político muestra escasos deseos de aumentar la migración. Los demócratas, que controlan la Casa Blanca y el Congreso y en años recientes han sido el partido más promigrante, no han presentado proyectos de ley que permitan un mayor ingreso de nuevos residentes.
Una encuesta Gallup reciente revela que los temores por la migración ilegal son los más altos en dos décadas. Ante la inminencia de las elecciones legislativas de noviembre, que serán difíciles para los demócratas, el partido de gobierno está dividido en cuanto al intento del gobierno de poner fin a las restricciones relacionadas con la pandemia a los pedidos de asilo.
ledz