El enviado especial de Estados Unidos para el Control de Armas, Marshall S. Billingslea, aseguró este martes que ha llegado a un "principio de acuerdo" con Rusia para salvar el acuerdo New START, el último pacto de control de armas nucleares vigente entre ambas potencias.
"Creemos que hay un principio de acuerdo en los niveles más altos de nuestros dos gobiernos", aseveró Billingslea, quien encabezó el equipo negociador de Washington desde el inicio en junio de las conversaciones para sustituir o renovar el New START, que vence el 5 de febrero de 2021.
Estados Unidos anunció un "acuerdo de principio" con Rusia para prolongar el tratado New START, el último gran acuerdo nuclear entre las dos naciones, que expira en febrero, esto a cambio de la congelación mutua de crear arsenales nucleares, algo a lo que hasta ahora se había mostrado reticente.
"Hemos indicado a los rusos que, de hecho, estamos dispuestos a prorrogar el Nuevo Tratado START durante algún tiempo, siempre que a cambio acepten una limitación o una congelación de su arsenal nuclear. Nosotros estamos dispuesto a hacer lo mismo", explicó el diplomático Marshall S. Billingslea durante un evento en el centro de pensamiento Heritage Foundation.
Indicó que Rusia todavía tiene que dar su visto bueno al acuerdo y enfatizó en que, cualquier pacto, se debe dejar abierta la puerta a la participación futura de China. El gobierno del presidente Donald Trump ha insistido sin éxito que China participe en el acuerdo para reducir el armamento nuclear, pero a tres semanas de las elecciones en Estados Unidos, dice que por ahora está dispuesto a mantener el tratado en su mayoría como está.
Desde el principio de las negociaciones, Estados Unidos ha insistido en que China debe ser parte de las conversaciones sobre el New START a pesar de que el gigante asiático se niega a sentarse en la mesa de negociaciones al considerar que tiene muchas menos armas nucleares que Washington y Moscú.
Billingslea añadió que Estados Unidos seguirá insistiendo en la participación de China, cuyo programa nuclear está creciendo con velocidad, pero sigue siendo una fracción en comparación con los arsenales de Rusia y Estados Unidos.
"Todo lo que acordemos con los rusos debe ser enmarcado y en un formato que permita extender ese acuerdo a los chinos cuando finalmente sean llevados a la mesa de negociaciones", dijo Billingslea.
La última ronda de negociaciones sobre el New START se celebró en Helsinki el 5 de octubre y, cuando concluyó, Billingslea dijo que había habido "importantes progresos". Sin embargo, después de ese diálogo, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se mostró mucho más pesimista y afirmó que el New START morirá por las condiciones "absolutamente unilaterales" de Estados Unidos.
El acuerdo firmado en 2010, limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de mil 550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire. Su vigencia podría ser prorrogada por cinco años, hasta 2026.
Los expertos temen que la expiración del acuerdo lleve a una nueva carrera de rearme nuclear, ya que por primera vez desde 1972 no habría ningún acuerdo de control de armas atómicas en vigor entre las dos mayores potencias nucleares del mundo. Rusia y Estados Unidos tienen un 90 por ciento de todas armas nucleares que existen en el planeta.
El New START podría convertirse en el tercer tratado de desarme que para Estados Unidos llega a su fin bajo la presidencia de Donald Trump.
Estados Unidos se retiró el año pasado del acuerdo INF sobre la eliminación de misiles de medio y corto alcance suscrito en 1987. Además, en mayo, Estados Unidos anunció su salida en un plazo de seis meses del Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE).
dmr