Tyler Gilreath fue un joven que se negó a recibir la vacuna contra el coronavirus, se contagió y murió algunos días después en Estados Unidos. La madre contó cómo fue que ocurrió todo y dedicó un mensaje a su hijo.
Gilreath, de 20 años, fue un estudiante de la Universidad de Carolina del Norte, en Wilmington, y pensaba que podría vencer al covid-19 a pesar de no vacunarse.
Tamara Demello, madre del joven, contó que su hijo tuvo muerte cerebral por complicaciones del coronavirus. Los médicos consideraron que Tyler no podía salvarse y le retiraron el soporte vital.
"Es una situación devastadora", dijo la madre. "Dejará un hueco en nuestro corazón que nunca podrá ser llenado".
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Tyler se contagió de coronavirus hace un mes y dio positivo a la prueba el 20 de agosto. Luego de pasar tres semanas grave, el estadunidense murió el 27 de septiembre.
Mientras estaba enfermo, el joven desarrolló una infección en los senos nasales, que llegó hasta su cavidad craneal, y después su cerebro se inflamó. El 26 de septiembre, los médicos confirmaron que no iba a sobrevivir y le retiraron el soporte vital al día siguiente.
El mensaje de Tamara
"Mi hijo Tyler perdió la batalla contra un problema cerebral que se desató tras contraer una enfermedad sinusal. La infección de los senos nasales fue el resultado de covid, mismo que contrajo tres días después de trasladarse a la Universidad de Carolina del Norte, en Wilmington", escribió Tamara en Facebook.
Agregó que su hijo seguirá presente en su corazón, pero el hueco que dejará en su vida nunca desaparecerá. "Te quiero, hijo. Descansa en paz".
Demello también dedicó un mensaje para quienes dudan de vacunarse "simplemente no sabes cómo te va a afectar el covid-19. Aunque seas fuerte y estés sano, simplemente no se sabe. ¿Cuál es el problema? Es una inyección, te la pones, puedes estar enfermo un día y ya está. Por favor, ¡hazlo!".
Con ello, Tamara espera convencer a los jóvenes que "se creen invencibles", porque también pueden presentar complicaciones graves por coronavirus.
Tamara insistió a su hijo para que se vacunara
Tyler estaba sano y no tenía ninguna enfermedad subyacente, indicó Tamara, quien intentó convencer a su hijo para que se vacunara, pero él era "muy terco".
"Esto fue dos semanas antes de que se mudara a la universidad. Se lo estaba pasando bien, terminando sus pendientes y viendo amigos", dijo Tamara.
A pocos días de llegar a Wilmington para el inicio de las clases, Tyler se enfermó de coronavirus y ni siquiera llegó al campus para estudiar informática.
En principio, los amigos pensaron que Tyler estaba mejorando, pero poco tiempo después comenzó a presentar complicaciones y lo llevaron al hospital.
El joven recuperó la conciencia durante algunos momentos en el hospital y logró ver a su familia, pero el viernes ya tenía muerte cerebral.
Tamara informó que los órganos y tejidos de su hijo serán donados, por ello, considera que la vida de su hijo no se perderá en vano, pues ayudará a unas 80 personas.
"Cuando los jóvenes tienen 20 años, no puedes obligarles a hacer lo que ya no quieren hacer", dijo Tamara en una entrevista a medios locales. "Puedes amenazarlos, pero no puedes meterlos al coche para obligarlos a que se vacunen".
El 30 de agosto, antes de que Tamara cumpliera 60 años, Tyler había aceptado vacunarse y le dijo a su madre que lo haría en cuanto llegara a la universidad, pero no lo logró.
ROA