A un mes para que concluya el año fiscal 2021, las autoridades migratorias de Estados Unidos han detenido a un millón 473 mil 477 migrantes, la segunda cifra más alta desde el año 2000, de acuerdo con reportes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por su sigla en inglés).
El incremento de las aprehensiones en territorio estadunidense se debe, en gran medida, a que el flujo migratorio en la frontera con México ha incrementado 325.8 por ciento en comparación con lo registrado en el año fiscal 2020, cuando las fronteras cerraron como consecuencia de la epidemia de covid-19.
Actualmente se registra una crisis migratoria importante por el gran número de migrantes centroamericanos que tratan de cruzar la frontera sur de México, con el único objetivo de llegar hasta Estados Unidos, lo cual ha creado campamentos migrantes en diversos puntos del límite norte de nuestro país.
Durante el último año, la patrulla fronteriza de Estados Unidos ha detenido a 921 mil 371 migrantes centroamericanos y del Caribe que cruzaron por la frontera con México, esta cifra representa un incremento de 613 por ciento con respecto al año fiscal de 2020, indican cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Los datos oficiales del gobierno estadunidense también revelan que uno de cada dos migrantes provenientes de Honduras, Guatemala o El Salvador atraviesan la frontera mediante los pasos fronterizos de Tamaulipas, un estado que se ha caracterizado por ser de alto peligro debido a la fuerte presencia del crimen organizado en esa zona.
Información con corte a agosto del año fiscal 2021 señalan que al menos 450 mil 350 migrantes fueron detenidos por las autoridades estadunidenses en las zonas fronterizas con Tamaulipas, denominadas Río Grande y Laredo; en la primera, se realizaron 418 mil arrestos, mientras que en la segunda 32 mil.
El camino de los migrantes centroamericanos hasta la frontera de México con Estados Unidos está repleta de obstáculos en materia de seguridad. Desde la frontera sur esquivan los cinturones de seguridad que ha impuesto la Guardia Nacional y, al acercarse hacia el norte del país, deben librar la violencia que generan los grupos del crimen organizado, así como el abuso por parte de las autoridades.
Apenas en enero pasado se dio a conocer la matanza de 19 migrantes que fueron baleados y carbonizados, un caso en el que se vieron relacionados dos agentes migratorios y siete policías municipales de Camargo; en 2010, un grupo delincuencial asesinó a 72 centroamericanos en la alcaldía de San Fernando; un año después, se encontraron fosas con más de 200 cadáveres, y en 2012, se hallaron 49 cuerpos descuartizados en las cercanías con Reynosa.
Al menos 281 mil 831 migrantes detenidos provenían de Honduras, indican datos hasta agosto del año fiscal 2021, lo que representa un alza de casi 700 por ciento con respecto a todo 2020, cuando se registraron poco más de 35 mil aprehensiones por parte de la patrulla fronteriza.
La violencia que generan grupos pandilleros, así como las malas condiciones económicas que se padecen en el país centroamericano son las principales causas que han orillado a migrar a 317 mil hondureños durante los últimos dos años.
Esta cifra, es muy cercana a los 375 mil casos que estima la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional durante el periodo 2014-2019.
“Las causas de la migración, según reportan los migrantes, son en su mayoría las condiciones económicas. Sin embargo, en los últimos años se han registrado causas como la reunificación familiar y la violencia. En muchos casos resulta la combinación de diferentes factores que impulsan los procesos migratorios”, explica el estudio titulado Perfil Migratorio de Honduras 2019.
ledz