A unas cuantas horas de que se realice la toma de protesta del presidente electo, Joe Biden, la directora de la Agencia Central de Inteligencia, (CIA, por sus siglas en inglés), Gina Haspel, anunció su retiro luego de 36 años de servicio.
“Ha sido el honor más grande de mi vida liderar esta notable organización”, dijo la directora de la CIA en un breve comentario difundido por la propia agencia para anunciar su decisión.
Haspel, la primera mujer en convertirse en directora de la agencia de inteligencia, reiteró que se va “profundamente orgullosa del trabajo que hemos realizado juntos: los triunfos que hemos logrado, las amenazas que hemos superado y las inversiones que hemos hecho para el futuro”.
En gestión de Haspel, vinculada a métodos de tortura
Su carrera en la CIA está llena de claroscuros, durante sus más de 30 años de servicio como espía, Haspel se especializó en misiones encubiertas, sin embargo, en su paso por la agencia se le vincula con operaciones donde se utilizó la tortura como método de investigación.
La mujer, que actualmente tiene 63 años, se unió a la agencia de espionaje en 1985 y escaló rápidamente posiciones llegando a convertirse en la subdirectora de Inteligencia Extranjera y Acción Encubierta.
Tras el atentado terrorista en Nueva York el 11 de septiembre de 2001, Haspel se encargó de la supervisión de interrogatorios a sospechosos de Al Qaeda en los que después se supo, gracias a la desclasificación de cables de la CIA, eran centros de detenciones clandestinos.
Allí, de acuerdo con la información revelada, supuestamente se practicaron diversas técnicas de tortura en contra de los detenidos, entre las que estaban inmersiones en agua durante el interrogatorio, golpes y privación del sueño.
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En contraste, durante su larga y prolífica carrera en la agencia de espionaje estadunidense, Haspel recibió múltiples distinciones como el Premio George H. W. Bush a la excelencia en contraterrorismo y el Premio Presidencial de Rango, este último considerado el reconocimiento más prestigioso en el servicio civil federal de aquel país.
Tras su nombramiento en marzo de 2018, en sustitución de Mike Pompeo que a su vez se convirtió en secretario de Estado, Haspel se dijo agradecida por el nombramiento con Trump.
Aunque, al final de su gestión al frente de la CIA, su relación con el presidente se vio muy debilitada luego de que el republicano rechazó que, para su campaña en búsqueda de la reelección interviniera Rusia y sus servicios de inteligencia.
“Ha roto barreras y ha empoderado a la próxima generación de oficiales de la CIA”, dijo la agencia tras anunciar su decisión de jubilarse.
Mañana, una vez que Biden tome posesión oficialmente de la presidencia, se espera que el Senado estadunidense ratifique inmediatamente algunos de sus nombramientos, entre los que está el de Williams Burns como nuevo titular de la CIA.
Burns es un veterano diplomático que ha estado involucrado en puestos de la administración pública vinculados con tareas de inteligencia desde la administración de Ronald Reagan en los 1980 y hasta la administración de Barack Obama, donde Biden fue vicepresidente.
“Él comparte mi profunda convicción de que la inteligencia debe ser apolítica y que los dedicados profesionales de la inteligencia que sirven a nuestra nación merecen nuestra gratitud y respeto (...) El pueblo estadunidense dormirá tranquilo con él como nuestro próximo director de la CIA”, sostuvo Biden durante su nominación al puesto el pasado lunes.
JLMR