El científico mexicano Héctor Cabrera, que fue acusado por el gobierno de Estados Unidos de espiar para Rusia, se declaró inocente el martes de los cargos presentados por fiscales estadunidenses.
La declaración fue presentada por Ronald Gainor, abogado de Héctor Cabrera Fuentes, de 35 años, en una breve audiencia. Cabrera se encontraba encadenado y con un atuendo marrón de la cárcel, pero no habló, y se desconoce la fecha para el juicio.
Cabrera había sido acusado formalmente de un cargo de actuar como un agente de Rusia sin haberse registrado como tal, como lo dispone el Departamento de Justicia de Estados Unidos. No está acusado de espionaje, pero esta imputación conlleva una sentencia de hasta 10 años en la cárcel y sin fianza.
Según una declaración jurada del FBI, un funcionario del gobierno ruso le pidió a Cabrera Fuentes que siguiera un vehículo que es propiedad de un informante del gobierno de Estados Unidos en el área de Miami. El trabajo consistía simplemente en tomar una foto de la placa del auto.
Después de ser detenido el 16 de febrero en el Aeropuerto Internacional de Miami, Cabrera le dijo a los agentes que tiene dos esposas, una mexicana y una rusa. La mujer rusa y sus dos hijas vivían en Alemania, pero regresaron a Moscú a principios del año pasado para atender algunos asuntos administrativos. Entonces, el gobierno ruso no les permitió salir, agrega la declaración jurada.
Eso llevó a Cabrera a visitar en mayo de 2019 a su familia en Moscú, donde se le acercó un funcionario ruso a quien había conocido previamente en eventos e intercambios profesionales. Cabrera le dijo al FBI que creía que el funcionario era un oficial de inteligencia y que esa persona le dio el trabajo de fotografiar la matrícula del informante en Miami.
Según el FBI, Cabrera y su esposa mexicana fueron a un complejo de condominios el día de San Valentín para tomar la foto y fueron grabados por las cámaras de vigilancia. Atrajeron la atención de los guardias de seguridad al conducir muy cerca detrás de otro automóvil para cruzar una puerta.
No está claro exactamente qué buscaban los rusos, pero la declaración jurada del FBI dice que el informante había proporcionado previamente datos sobre las operaciones de inteligencia rusas, con implicaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Cabrera, un microbiólogo que ha ocupado cargos prestigiosos, es originario de El Espinal, Oaxaca. Trabajaba como profesor asociado en la escuela médica administrada de manera conjunta por la Universidad Duke y la Universidad Nacional de Singapur, y laboraba en en ese país. Dijo en una audiencia previa que su contrato en ese lugar había terminado.
Antes de que encomendaran a Cabrera la misión de fotografiar la matrícula del vehículo, el FBI dijo que el funcionario ruso le solicitó que rentara con otro nombre un apartamento en el mismo complejo del informante. Cabrera pagó a alguien más 20 mil dólares para que concretara el alquiler a finales de 2019. Se desconoce si algo se hizo en relación con esa unidad.
dmr