Valmiría Paulo es maestra de idiomas desde hace tres años en una secundaria del Área de la Bahía, California. Originaria de Brasil, cuenta que su trabajo le permitió conocer la realidad de jóvenes indocumentados que atraviesan todo tipo de dificultades en Estados Unidos.
La pandemia fue el momento más difícil. Desde las clases en línea se dio cuenta de casos de abuso sexual, físico, emocional y alumnos que pasaron hambre cuando sus padres se quedaron sin empleo.
"Setenta por ciento de mis alumnos son latinos sin papeles. Tienen miedo hasta de hablar. Muchos de sus papás habían vendido hasta las camas de los muchachos para poder comer porque se quedaron sin trabajo durante la pandemia", dice Valmiría.
Los padres de sus alumnos son en su mayoría trabajadores de la construcción, limpieza o cuidan niños por las tardes. Algunos perdieron sus empleos, a otros les recortaron las horas de trabajo o quedaron expuestos al covid-19 por ser trabajadores esenciales.
Muchos de sus alumnos no sabían que tenían derechos sin importar su situación migratoria en Estados Unidos. La mayoría había soportado abusos en sus lugares de trabajo o incluso en sus comunidades, sin saber dónde denunciar o a quién acercarse.
Pasar a un modelo de aprendizaje a distancia acercó a Valmiría a la realidad de sus alumnos. Ella no imaginaba todas las situaciones que los jóvenes indocumentados vivían en sus casas.
"Uno de los días más difíciles fue cuando la mamá de una alumna me marcó para decirme que su hija estaba intentando suicidarse, pero ella no sabía cómo buscar ayuda", dice.
Valmiría llamó a las psicólogas de la escuela y ayudó con la traducción. Llamaron a una ambulancia y luego al centro de ayuda psicológica. "Para mí fue algo muy fuerte", comenta.
"Muchas veces los padres no pueden hacer más, y no porque no quieran. Tienen la barrera del idioma. Mucha gente habla español pero no saben leer o escribir".
"Un idioma les cambia la vida"
Valmiría cuenta que obtener la licencia para impartir clases de idiomas no es sencillo en California y que debió pasar una serie de exámenes y trámites. También tuvo que ir a una escuela de inglés para mejorar el idioma. Ella migró desde Paraíba, Brasil, y actualmente vive con personas de México y El Salvador, a quienes considera su familia.
Quizá por eso es tan cercana a la historia de sus alumnos migrantes, a sus miedos y dificultades en un país desconocido.
"Cuando empiezan a aprender el idioma algo cambia. Muchos de mis alumnos son hijos de papás indocumentados, y también tengo alumnos indocumentados que llegaron hace dos o tres años y están aprendiendo el idioma. Al inicio no sabían que tenían derechos en Estados Unidos, pero aprender el idioma les cambia la vida. Y les da herramientas para defenderse", dice.
Valmiría cuenta con orgullo que una de sus alumnas llegó sin papeles a Estados Unidos. La escuela le ayudó a obtener el DACA para entrar a la universidad. La joven obtuvo cinco becas en universidades estadounidenses y al final decidió asistir a Stanford.
- Te recomendamos ¿De dónde viene la palabra 'dólar? Éste es su origen y significado Estados Unidos
Valmiría dice que la escuela también les ayuda a entrar al ejército y así obtener su 'Green Card'. O bien, les ayuda a traducir las convocatorias de financiamiento y becas para asistir a una universidad en Estados Unidos. "Ellos pensaban que al llegar al país no tenían opciones, pero sí las tienen", concluye.
evr