El presidente Joe Biden indultó, como ya es una tradición en la Casa Blanca, a dos pavos —llamados Peanut Butter (mantequilla de maní) y Jelly (mermelada) en homenaje al sándwich que disfruta en el almuerzo— del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving) y dijo que ambas aves fueron seleccionados en función de su "temperamento, apariencia y, sospecho, estado de vacunación".
Biden estaba de humor jovial cuando se presentó ante el personal de la Casa Blanca y sus familias en el Rose Garden para perdonar a los pavos de Indiana, que engulleron alegremente durante todo el evento, aunque se les dio un respiro del destino que corrieron millones de pavos el Día de Acción de Gracias.
Después de un discurso salpicado de bromas y entrecortado por los cloqueos de las dos aves, un sonriente Biden posó para fotografías y bromeó con los niños en la Casa Blanca, en el que es la primera vez que le toca indultar pavos como presidente de Estados Unidos.
El indulto de pavo es tradicionalmente una oportunidad para que los presidentes hagan bromas, a menudo por cuenta propia, y marque el comienzo de la temporada navideña. El año pasado, el ahora ex presidente Donald Trump, también cumplió con esa tradición.
Los presidentes han perdonado a los pavos desde Abraham Lincoln, pero el presidente George H.W. Bush convirtió el perdón en la tradición estadunidense que es hoy al perdonar un pájaro de casi 23 kilos (50 libras) en 1989.
dmr