Como si rompiera un protocolo oficial, el presidente de Estados Unidos volvió a estar frente a un volante y lo hizo como un relámpago mientras realizaba una gira de trabajo en Michigan para promover su plan de infraestructura de 2 billones de dólares, en que se incluye la fabricación e impulsos a autos eléctricos.
El presidente, que se describe como un “amante de los vehículos”, condujo la nueva F-150 Lightning de Ford durante su visita. La compañía automotriz presumió su nueva camioneta eléctrica durante la visita de Biden al Centro de Vehículos Eléctricos Rouge en Dearborn, donde se producirán esas unidades.
“Este vehículo es veloz”, afirmó el presidente mientras se acercaba al contingente de prensa. Después les advirtió: "Voy a pisar el acelerador y saldré a 80 millas por hora (123 kilómetros por hora)”.
No fue tanta la velocidad, pero sí arrancó rápido, pero sin ruido, siendo un vehículo eléctrico. Ford asegura que la Lightning acelera de 0 a 96 kilómetros por hora en 4.5 segundos. La camioneta será presentada formalmente el miércoles por la noche. La automotriz todavía tenía el vehículo cubierto con camuflaje negro y blanco.
Biden es hijo de un vendedor de coches y su conocida afición por los vehículos fue un aspecto destacado en algunos mensajes públicos cuando fue vicepresidente durante la Casa Blanca de Barack Obama, y también durante su candidatura a la presidencia en 2020.
Durante la campaña sus simpatizantes exhibieron imágenes que decían “viajando con Biden” e incluían una imagen estilizada de él al volante de un convertible, con gafas oscuras y una amplia sonrisa.
Como vicepresidente alguna vez lamentó ante la revista Car and Driver que el Servicio Secreto no le permitiera conducir su adorable Corvette 1967: “Lo único que odio de este trabajo”. Lo mismo ocurre ahora que es presidente. Aunque en algunos grandes momentos del martes, todo eso se olvidó.
dmr