Las dudas de Trump antes de retirar tropas de EU de Siria

El gobierno de Estados Unidos retirará a sus tropas de Siria, después de que Trump afirmara que ya se alcanzó el objetivo de vencer al grupo terrorista Estado Islámico en ese país.

Donald Trump dijo en Twitter que se había logrado el objetivo de derrotar al grupo extremista Estado Islámico. (AFP)
Agencia AFP
Washington /

La decisión de Donald Trump de retirar las tropas de Siria marca un nuevo giro abrupto del presidente estadunidense en la guerra de ese país árabe. 

Trump dijo en Twitter que se había logrado el objetivo de derrotar al grupo extremista Estado Islámico (EI), la única razón que motivó la presencia de 2 mil efectivos estadunidenses en Siria

Estas son algunas de las posiciones tomadas por Trump sobre la situación en Siria:

Críticas

"Debemos permanecer bien lejos de Siria", dijo el magnate inmobiliario en 2013, mucho antes de ser candidato a la Casa Blanca.

En ese momento, el presidente demócrata Barack Obama había decidido llevar "apoyo militar" a los rebeldes que luchaban en contra el régimen sirio de Bashar al Asad.

"Los 'rebeldes' son tan malos como el régimen", protestó Trump en aquel momento en Twitter.

El debate también se refería a la "línea roja" dibujada por Barack Obama con respecto al uso de armas químicas.

El multimillonario republicano se manifestó en contra de la decisión. "No ataquen a Siria, reformen a Estados Unidos", dijo, burlándose de las "declaraciones estúpidas sobre la línea roja".

Luego acusó a Barack Obama de haber "fortalecido" a Bashar al Asad al renunciar a actuar contra Damasco.

"Demoler" el EI

"El EI es una amenaza más grande para nosotros que Asad", dijo Trump cuando era candidato, en julio de 2016.

Negándose a participar en la guerra entre el régimen y los rebeldes, puso en cambio la presión contra el grupo yihadista.

Tan pronto como llegó a la Casa Blanca en 2017, pidió a su administración un plan de batalla que consistía en reforzar el esfuerzo ya iniciado por Obama para encabezar una coalición internacional.

El objetivo: "demoler y destruir al EI", un "enemigo abominable".

Los refuerzos coincidieron con una serie de derrotas para la organización yihadista, que perdió la mayoría de los territorios antes conquistados, lo que permite a la administración Trump reclamar el éxito de su estrategia.

¿Salir o no?

Con estas victorias sobre el terreno, Trump expresó rápidamente su impaciencia: aseguró que es necesario traer de vuelta lo antes posible a las tropas estadunidenses estacionadas en Siria, cuyo objetivo militar oficial era únicamente la derrota del EI.

Según el mandatario, el compromiso de Washington con Medio Oriente cuesta miles de millones de dólares que se usarían mejor en Estados Unidos, por lo que debían dejar que "otros", especialmente los países del Golfo, hagan el trabajo.

En abril, el presidente parecía ya decidido sonar la retirada, pero sus aliados y asesores finalmente lo convencieron de que no fijara un calendario de partida, porque el EI no había sido aún totalmente derrotado.

Pese a que los expertos estiman que el EI sigue siendo una amenaza, Trump aseguró el miércoles que el grupo yihadista fue efectivamente "derrotado", por lo que anunció el retiro de las tropas estadunidenses.

Ataques químicos

Además del compromiso antiyihadista, el ataque químico de abril de 2017 contra Jan Sheijun, atribuido al régimen de Asad, marcó un punto de inflexión para Trump.

El mandatario -que había ridiculizado las "líneas rojas" de Obama y estimado que una intervención contra Damasco requería una votación en el Congreso- decidió atacar una base aérea siria.

"Este ataque a los niños ha tenido un gran impacto en mí", afirmó entonces. "Mi actitud hacia Siria y Asad ha cambiado significativamente".

Un año más tarde, anunció una nueva operación, con el apoyo de Francia y Reino Unido, contra el régimen sirio, tras otro ataque químico contra Duma.



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