El líder de la minoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, apuntó este jueves que votará en contra de la nominación de la jueza Ketanji Brown Jackson, elegida por el presidente del país, Joe Biden, para ocupar una vacante en el Tribunal Supremo.
"Tras estudiar los registros de la nominada y ver su actuación esta semana, no puedo apoyar ni apoyaré a la jueza Jackson para una designación vitalicia en el Tribunal Supremo", dijo McConnell en una intervención en el hemiciclo.
El año pasado el dirigente republicano ya se opuso a que Jackson, que de ser confirmada por la Cámara Alta se convertiría en la primera mujer afroamericana en llegar al Supremo, ocupara un puesto de juez en una corte de apelaciones en el Distrito de Columbia.
McConnell citó varios motivos de su decisión actual, como sentencias dictadas en el pasado por la jueza, sus dudas sobre su filosofía judicial y el hecho de que Jackson no haya revelado su opinión sobre una posible ampliación del Supremo, una iniciativa que proponen los demócratas.
El conservador alertó, además, de que la magistrada podría llevar a cabo lo que denominó "activismo judicial": "Es una receta para que los tribunales deambulen con la formulación de políticas y eviten un compromiso democrático saludable".
McConnell agregó que esto supone "una falta de comprensión de la separación de poderes" y que por ese motivo votará en contra de Jackson.
A lo largo de los tres últimos días, la jueza se ha sometido al escrutinio de los legisladores del comité judicial del Senado, donde su candidatura deberá obtener el visto bueno antes de ser votada en el pleno de la Cámara Alta.
El martes, Jackson tuvo que defenderse de las acusaciones proferidas contra ella por el senador republicano Josh Hawley, quien aseguró que la jurista había incurrido en un "patrón que permitía a los acusados de pornografía infantil salir indemnes de sus espantosos crímenes".
Estas acusaciones de Hawley, aportadas sin pruebas, han sido criticadas por medios conservadores como The National Review y hasta miembros de su propio partido han puesto distancia.
Los demócratas tienen los 51 votos necesarios para aprobar el nombramiento de Jackson y quieren que la votación se produzca en el pleno del Senado antes del 8 de abril.
En todo caso, la llegada de Jackson a la corte no cambiaría la composición ideológica del Supremo estadunidense, que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresistas, está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.
RM