Reyna Montoya es una de las 649 mil beneficiarias del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), quien podría contar con la renovación de la membresía para continuar viviendo en Estados Unidos.
Con raíces mexicanas, nació en Tijuana, donde pasó la mayor parte de su infancia. A los 10 años, luego de que su padre fuera víctima de la violencia del país, decidió migrar a Arizona, Estados Unidos, junto con su familia.
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“Terminamos escapando por la corrupción u violencia, mi papa fue secuestrado por autoridades mexicanas y eso fue lo que nos obligó a venirnos para acá”, contó a MILENIO.
Al llegar, la vida se volvió complicada pues al no tener los permisos para radicar en otro país, la familia de Reyna tenía que escapar de no ser encontrada por las autoridades estadunidenses.
En 2012 fue beneficiada del programa de DACA, aunque el impacto traumático no terminó, pues las políticas de migración de Estados Unidos “son injustas y generan frustración para los integrantes”.
“A lo largo de mi viaje, me di cuenta de que familias como la mía no tenían un espacio para procesar el impacto traumático de las políticas de migración injustas en su salud mental y bienestar. Como beneficiario de DACA, sigo enfrentando un futuro incierto lleno de ansiedad”, describió.
Posteriormente, en 2017, llegó al poder el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump quien trajo inestabilidad para los dreamers, y reavivó la posibilidad de que pudieran remover su licencia para permanecer en Estados Unidos.
“Trump a cada día empezaba a decir que iba a terminar con el programa de DACA, incluso me tenía que levantar a las cinco de la mañana a esperar que no hubiera ningún cambio, por que a lo mejor podía ponerme en algún título de deportación. Fueron unos años de mucha incertidumbre e intriga”, detalló.
Con la llegada del actual presidente, Joe Biden, indocumentados como Reyna sólo esperan tener tranquilidad y paz en su lugar de residencia.
“Se nos puso la piel chinita de la emoción y tranquilidad de ver al nuevo mandato. Confiamos en que Biden cumplirá sus promesas y sanará las heridas que tanto han dolido en estos últimos cuatro años”, dijo.
Actualmente Reyna vive con su pareja, quien también la acompaña en este proceso, tiene dos perros y se desempeña como directora general de su asociación sin fines de lucro Aliento para “transformar la vida de los inmigrantes”
“Estamos enfocados en trabajar con la comunidad migratoria para poder transformar su vida forjando un futuro estable y no esperar a que por el cambio de humor de un presidente, estemos en la cuerda floja y tengamos que abandonar lo que por mucho tiempo luchamos”, dijo.