"Volveremos pronto", esa frase fue la que ocupó Donald Trump en su último discurso como presidente de Estados Unidos, algo que podría ocurrir el próximo año, aunque no con él, sino con las posibles aspiraciones de una de sus nueras, quien está ponderando presentarse en la contienda senatorial por Carolina del Norte, donde el republicano Richard Burr dejará el escaño.
Lara Trump, ex presentadora de televisión y esposa de Eric, empresario y el tercer hijo del magnate, será quien podría representar a los republicanos en un estado con amplio posicionamiento de ese bloque.
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Pese al anuncio de las posibles aspiraciones de la nuera de Donald Trump, lo cierto es que este hecho es mirado por muchos en el estado con escepticismo de que ella vaya a proceder.
Aún así, un ingreso en la contienda pudiera ser una prueba de la popularidad de Trump entre los republicanos, que sigue siendo enorme después de más de un mes de su salida de la Casa Blanca.
La respuesta tiene implicaciones que van mucho más allá del futuro político de Lara Trump. Si el ex presidente demuestra que puede ayudar a otros republicanos a ganar elecciones, su estatus autodesignado como líder del partido sería reafirmado. Una derrota, por otra parte, les recordaría a los militantes sus vulnerabilidades.
Por ahora, lo único que es cierto es que Lara Trump derrotaría fácilmente a rivales en una primaria republicana.
“Si Lara ingresase a la contienda, pienso que atraería una atención amplia e inmediata en todo el estado”, dijo Michael Whatley, líder del partido republicano en la entidad, que ha dicho que su objetivo es “asegurarme de mantener a todos los votantes de Trump que participaron en la última elección y los convertimos en votantes republicanos confiables”.
Donald Trump se considera una persona de mucha influencia en la política republicana, pero su historial es mixto. Bajo su presidencia, el bloque perdió el control de la Cámara de Representantes en el 2018 y en las presidenciales del pasado noviembre, aunque no salió reelegido, tuvo mejores resultados que lo esperado.
Pero el partido perdió los dos escaños senatoriales en Georgia en enero, sumado a eso que ahora la mayoría la tienen los demócratas en esa área del Congreso, pese a una campaña de última hora de Trump.
OMZI