La lista de mujeres que han acusado a Donald Trump de acoso sexual sigue creciendo. En las últimas horas fue la ex modelo Amy Dorris quien contó su experiencia al diario The Guardian. Según el medio británico, ya suman al menos 26 mujeres que han denunciado al presidente de Estados Unidos por abuso.
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Un repaso a las 26 denuncias revela que cubren todo el espectro del delito: desde acoso hasta agresión sexual y violación. La táctica de Trump siempre ha sido la de negar lo ocurrido, desplegando diversas estrategias para desprestigiar la acusación. En algunos casos ha negado conocer a la mujer en cuestión, mientras que en otras ha dicho que son artimañas para sacarle dinero u obtener rédito político.
En dos ocasiones el mandatario ha sugerido que las mujeres que lo acusaban no eran lo suficientemente atractivas y que, por ende, él jamás las hubiera acosado.
Al menos la mitad de las acusaciones contra Trump fueron hechas por ex modelos y participantes de certámenes de belleza. Hay que recordar que en 1996 el actual presidente de EU compró la franquicia del certamen Miss Universo y en 1999 fundó la agencia de modelos Trump Model Management.
Otro factor en común que tienen las numerosas acusaciones es que se produjeron en Mar-A-Lago, la residencia que Trump tiene desde hace décadas en Florida. Las víctimas han dicho que los ataques muchas veces se produjeron cerca de quien era su pareja en ese momento y en algunas ocasiones dentro de los cuartos de infancia de sus hijos.
“CON TENTÁCULOS”
La acusación más antigua contra Trump se remonta a fines de la década de los setenta y es de una mujer llamada Jessica Leeds, quien afirmó en 2016 que el magnate la acosó en un vuelo rumbo a Nueva York.
Según Leeds, tras el despegue Trump levantó el apoyabrazos y empezó a tocarle los pechos; intentó además meter la mano por debajo de su falda.
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La comparación del presidente con un pulpo hecha por Leeds es muy similar a la forma en que la última acusadora, Amy Dorris, describió el ataque que sufrió a manos de Trump en el US Open de 1997. “Sentía que eran tentáculos que no me podía sacar de encima. Quería correr sus manos, pero no tenía la fuerza suficiente”, explicó en su entrevista a The Guardian.
Uno de los sucesos de la campaña presidencial de Trump en 2016 que quedó grabado en la memoria colectiva fue la aparición de una grabación hecha al magnate en 2005 por el programa Access Hollywood. Allí el republicano alardeó de que las mujeres “a los famosos les permiten cualquier cosa, inclusive que las agarren de la vagina”.
Trump dijo esto en medio de una conversación que tuvo con el conductor del programa, Billy Bush, mientras esperaban para conocer a la actriz Arianne Zucker.
Muchas de las mujeres que acusaron a Trump han dicho que su decisión les ha traído consecuencias negativas.
Algunas perdieron su trabajo; otras fueron acosadas online. Algunas inclusive recibieron amenazas de muerte.