Nicholas Garaufis, juez que lleva el caso de Keith Raniere, recibió 55 cartas en las que admiradores del falso gurú piden que emita una condena favorable.
En ese grupo hay misivas de 26 mexicanos de Monterrey, Guadalajara y de la Ciudad de México, en las que se refleja el impacto que las creencias del estadunidense, condenado por siete delitos, enraizaron en esas familias.
Destaca Héctor Fernández, padre de tres hermanas maltratadas y abusadas por Raniere. Una de ellas, Daniela, fue testigo de la fiscalía en el proceso y contó cómo fue encerrada en una habitación por casi dos años.
Su segunda hija, Mariana, es madre de un hijo de Raniere y vive actualmente en México.
En cuanto a la tercera hija, Camila, existe la posibilidad de que declare justo el día en que se conozca la sentencia de Raniere, el próximo 27 de octubre, por las vejaciones a las que fue sometida por éste.
Dichos abusos sustentan los cargos de explotación sexual de una menor y posesión de pornografía infantil, que pueden enviarlo varios años a prisión.
En su carta, Héctor Fernández defiende a Raniere al señalar que éste lo “entrenó para ser maratonista” y asegura que entre 2006 y 2010 (justo en los años de los abusos a sus hijas), logró completar cuatro maratones, algo que le permitió elevar su nivel de superación.
“Cuando pienso en Raniere me vienen a la mente palabras como honesto, íntegro, inteligencia brillante”, dice, y descalifica el testimonio de su hija.
Entre quienes dirigieron cartas al juez no se encuentran ninguno de los mexicanos que sirvieron en la mesa directiva de NXIVM, como Alejandro Betancourt y Rosa Laura Junco.
ledz