Decenas, incluso centenares de migrantes que buscan asilo, a menudo esperan horas para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Sin embargo, los miles de haitianos reunidos en un puente en la pequeña localidad fronteriza de Del Rio, en Texas, podría no tener precedente y aparta al personal de esa agencia policial federal de sus principales responsabilidades.
En lugar de que efectúen patrullajes y estén pendientes del contrabando, los agentes dedican 40% de su trabajo a atender a personas detenidas y efectuando labores administrativas ajenas a la seguridad fronteriza.
La agencia confía en que los agentes se liberen de esas actividades para que regresen a sus labores en el terreno con la contratación de civiles para tareas como servir burritos calentados en microondas, revisar las celdas de detención y reunir la información para los documentos que serán presentados en las cortes de inmigración, una ocupación tardada.
La Patrulla Fronteriza graduó en enero a su primera clase de "coordinadores de procesamiento" con el objetivo de contratar después a mil 200 personas. Este cargo requiere menos capacitación que un agente y la paga es menor.
Esto también es visto como una estrategia de reclutamiento para una agencia que ha tenido dificultades en contratar a personas calificadas, en particular mujeres.
Aunque es muy prematuro saber si los nuevos empleados funcionarán como se espera, las críticas iniciales al plan son favorables en general. Sus habilidades tendrán alta demanda a medida que las autoridades federales atiendan a los haitianos que llegaron de súbito a Del Rio así como a otros grupos numerosos.
"Este es un programa muy muy bueno. Es muy necesario", dijo Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, un sindicato que representa a muchos de los casi 20 mil agentes. "Es un programa que nos permitirá tener más agentes en el terreno".
La representante federal Nanette Barragan, demócrata de Los Ángeles, describió como "precursores" a los miembros de la segunda clase graduada en junio.
Dijo haber advertido la necesidad de sus habilidades en abril durante una visita a un centro de detención en Rio Grande Valley, en Texas, el corredor de mayor tránsito de personas que cruzan en forma indocumentada desde México a Estados Unidos.
Los niños no acompañados por un adulto fueron mantenidos durante días en la instalación sin que pudieran llamar a sus padres, dijo Barragan. "Los agentes trabajaban las 24 horas para procesar rápidamente a los menores, pero necesitaban ayuda", dijo la legisladora a la clase graduada.
La necesidad es particularmente aguda durante los niveles altos que se presentan en forma periódica en la frontera entre Estados Unidos y México, como los registrados en 2014 y 2019, y nuevamente este año. Las posiciones de coordinador son por 13 meses y renovables hasta por cuatro años.
evr