Para calmar el estrés ante la pandemia de coronavirus, hacer frente a una cuarentena o simplemente asegurar provisiones por si hay escasez, canadienses y turistas colman las tiendas y puntos de venta de cannabis, cuyo consumo recreativo es legal desde 2018 en el país.
Frente a la tienda de la Sociedad Quebequense de Cannabis (SQDC) ubicada en la principal calle comercial de Montreal, la fila crece incluso antes de la hora de apertura.
"Decidimos ponernos en cuarentena, vamos a buscar la 'hierba' para los 15 días", dice Maureen Duflot, de 28 años, quien llegó la víspera con su pareja desde París en el último vuelo antes del cierre de la frontera canadiense.
Las autoridades canadienses han pedido a los viajeros que llegan del extranjero aislarse voluntariamente durante dos semanas.
"Vamos a ver cómo lo pasamos", dice entusiasmada, asegurando que en Montreal "la gente es súper simpática, hay una gran atmósfera y que eso es muy diferente a Francia".
Canadá legalizó el cannabis recreativo en octubre de 2018 y fue el segundo país en hacerlo, cinco años después de Uruguay.
"Hay quien entra en pánico, otros no se dan por enterados, pues yo he decidido venir a gestionar mi estrés fumando mariguana", dice de su lado Michel Benoît, un camarógrafo que acaba de enterarse de que no trabajará este día "precisamente por precaución ante el coronavirus".
Sólo por placer
"Hemos registrado un aumento de las ventas en los últimos días", confirma Fabrice Giguère, portavoz de la SQDC, que nunca devela sus cifras. "El abastecimiento es estable, tanto en línea como en las sucursales", asegura.
Otra clienta de la SQDC, Kelly Mercer, dice que "realmente no le preocupa" el riesgo de contagiarse con el virus al venir en persona a la tienda, aunque un centenar de casos habían sido confirmados en Quebec hasta la noche del miércoles, entre ellos uno mortal.
"Como se puede ver, todo el mundo aplica el distanciamiento social, las tiendas toman precauciones, no manipulan dinero en efectivo y los cajeros usan guantes", dice la treintañera al salir del local.
"Yo fumo regularmente, sólo por placer", agrega esta trabajadora social. "Quiero asegurarme de tener la dotación para varias semanas por si mi empleador nos pide quedarnos en casa".
jamj