Autoridades de los estados Colorado y Maine, gobernados por el partido Demócrata, han determinado que el ex presidente Donald Trump no es elegible en las elecciones primarias por los señalamientos de rebelión e insurrección que enfrenta.
Ambas decisiones son históricas. El máximo tribunal de Colorado fue el primero en aplicar a un aspirante a candidato a la presidencia una inusual prohibición constitucional contra quienes “hayan tomado parte en una insurrección”.
Por otra parte, la secretaria de Estado de Maine, demócrata, fue la primera alta funcionaria electoral en sacar unilateralmente de las boletas a un aspirante amparándose en esa disposición.
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Aunque ambas entidades ya fallaron contra Trump, las dos decisiones están en pausa mientras se desenvuelve el proceso judicial lo que significa que el ex presidente permanece en las boletas en Colorado y Maine y que su destino político se encuentra ahora en manos de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Estados se dividen entre sí o no permitir a Trump participar
El caso no termina en estas entidades, opositores de Trump apelan a la Sección 3 de la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, para sacar al ex presidente de las primarias estatales de varios estados.
En algunos estados las demandas que pretendían mantener a Trump fuera de las votaciones primarias fracasaron como es el caso de Minnesota y Michigan donde los tribunales dictaminaron que Trump no podía ser excluido.
Las entidades dictaminaron que la elegibilidad de Trump para la Presidencia según la Constitución de Estados Unidos no era relevante para las primarias internas del partido.
Sin embargo, ambos tribunales permitieron a los impugnadores revivir sus casos para las elecciones generales de noviembre de 2024 si Trump es el candidato republicano.
Además de estos casos, se han presentado impugnaciones a la elegibilidad de Trump en al menos 12 estados de los cuáles el próximo en emitir su postura sería Oregón, donde la Corte Suprema del estado está a punto de decidir.
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Tras la Guerra Civil, Estados Unidos ratificó su Decimo Cuarta enmienda constitucional para garantizar los derechos de las personas que habían sido esclavas, entre otros. También incluía una cláusula de dos frases llamada Sección 3, diseñada para impedir que quienes habían pertenecido al gobierno confederado recuperaran poder gubernamental tras el conflicto.
“No podrá ser senador o representante en el Congreso, ni elector para elegir presidente y vicepresidente, ni desempeñar cargo civil o militar alguno en Estados Unidos o en cualquier estado, quien, habiendo jurado previamente defender la Constitución de Estados Unidos (...) haya tomado parte en una insurrección o rebelión contra la misma o haya prestado ayuda o facilidades a los enemigos del país”, se lee en la Carta Magna.
Bajo esa lógica, el ex presidente Trump habría participado en actos de rebelión en noviembre del 2020 cuando motivó a sus simpatizantes a irrumpir en el Capitolio insistiendo en que se había hecho un fraude electoral en su contra sin pruebas.
aag