Los republicanos Glenn Youngkin y Winsome Sears ganaron esta madrugada las elecciones en Virginia, convirtiéndose respectivamente en los próximos gobernador y vicegobernadora del estado, donde ella pasa a ser la primera mujer afroamericana en ocupar ese cargo, mientras que el resultado podría ser tomado usado como pulso ciudadano ante la gestión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El resultado a favor de los republicanos se vio impulsados por las disputas de la guerra cultural en torno a escuelas y raza, lo que pudo servir de excusa para unir a los más fervientes seguidores del ex presidente Donald Trump, con suficientes votantes de suburbios, como para Youngkin se convierta en el primer republicano que obtiene un puesto electo del estado en 12 años.
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Por otra parte, Sears, además de marcar el camino próxima vicegobernadora afroamericana, también será la primera mujer no blanca en ocupar un cargo a nivel estatal.
La republicana derrotó a la demócrata hispana Hala Ayala en las elecciones del martes, quien también, hubiera ganado, se habría convertido en la primera mujer vicegobernadora y mujer no blanca en ocupar un cargo estatal, su padre nació en El Salvador.
Sears apareció en política estatal y ganó la nominación de su partido gracias a una foto de campaña en la que posaba sosteniendo un fusil militar. La ex marine también destacó por su como una originaria de Jamaica que estableciendo su rechazo a la migración no autorizada.
Sears tuvo una breve temporada en la política electoral hace casi 20 años con un periodo de delegada en la Asamblea General, representando partes de Hampton Roads.
Tras el recuento de más del 99 por ciento de los votos, el multimillonario Glenn Youngkin, sin experiencia política, aventajaba en 2.2 puntos al demócrata Terry McAuliffe, según las proyecciones de la prensa estadounidense.
McAuliffe, quien fue gobernador de Virginia hasta enero de 2018, había empezado la carrera como claro favorito, pero en los últimos días de la campaña los sondeos mostraron mucha igualdad entre ambos contendientes.
El hecho de que un multimillonario que se presenta por primera vez a unas elecciones derrote a un ex gobernador con bastante popularidad es un duro golpe para la administración de Biden, quien va de cara a las importantes elecciones de 2022, en las que se determinará el control del Congreso y numerosas gobernaciones.
"Ganamos", dijo el republicano a sus partidarios exultantes en mitad de la noche, refiriéndose a un "momento decisivo" que "cambiaría la trayectoria" de Virginia tras ocho años de control demócrata.
Youngkin, que ganó el voto rural tradicionalmente conservador, también obtuvo buenos resultados entre los bastiones demócratas del norte del estado.
Hasta el final, los demócratas quisieron creer en su posible victoria: "Seguiremos contando las papeletas porque todos los electores de Virginia merecen que su voto sea contado", dijo Terry McAuliffe ante sus partidarios.
"La lucha continúa", añadió el veterano político, que había recibido el apoyo de pesos pesados del partido durante la campaña, desde el siempre popular ex presidente Barack Obama hasta el actual Joe Biden.
La elección era vista en todo el país como una guerra entre Biden y el ex presidente Donald Trump, quien apoyó de inicio a Youngkin, cuya campaña se convertirá probablemente en un modelo para los republicanos de todo el país.