Congresistas republicanos en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, sacaron a su colega Liz Cheney de sus cargos como número 3 en el partido, esto luego de que ella ha sostenido su postura de criticar al ex mandatario Donald Trump en su alegato de que la elección presidencial de noviembre pasado “fue robada”.
Es precisamente a Cheney a quien se debe la frase 'La Gran Mentira de Trump' que ahora utilizan periodistas y otros políticos para referirse a las acusaciones sin fundamentos que hizo el ex presidente sobre el supuesto fraude en las elecciones, pese a que la justicia y gobiernos estatales han descartado eso.
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El método de votación usado esta mañana por el Partido Republicano (GOP, de las siglas en inglés Grand Old Party) fue simplemente oral, para no dejar registro, el cual fue muy criticado al grado de que la palabra Cobardes alcanzó a convertirse esta mañana la más comentada a nivel nacional en la red social Twitter.
Al salir de la reunión, Cheney se miraba firme y dijo que estaba comprometida a hacer “todo lo posible para asegurar que el ex presidente nunca más se acerque a la Oficina Oval".
Con la salida de Cheney de su cargo de vocera, se recrudece la crisis del GOP, cuyos líderes han decidido seguir al ex presidente sin importar las consecuencias.
"El republicano más destacado se llama Donald Trump no Liz Cheney", dijo en días pasados el senador Lindsay Graham. Por su parte el representante por California y líder en la cámara, Kevin McCarthy, había alegado que “el partido no va a crecer sin Trump”.
Anoche, ante un desolado Congreso, Cheney pronunció un discurso que analistas ya se han apresurado a calificar como “histórico”.
“Hoy enfrentamos una amenaza nunca vista pues el ex presidente alentó un ataque al Capitolio, en un intento por convencer al pueblo norteamericano de que le habían robado la elección”, dijo la representante de Wyoming afirmó que
Sostuvo que, como una persona conservadora, se rige por los principios de respeto a la ley, y recordó cómo el colegio electoral había votado, además de 60 cortes donde despachaban jueces que el propio Trump había colocado, quienes rechazaron sus reclamos de fraude.
También mencionó cómo el propio Departamento de Justicia de Trump se le encomendó una investigación sobre este tema, en la cual no hallaron evidencias del robo que el ejecutivo alegaba.
“La elección se acabó, esa es la ruta de la ley y el proceso constitucional. Aquellos que se nieguen a aceptarlo entran en conflicto con la Constitución”, acusó Cheney.
En sus seis minutos de discurso, agregó también que “permanecer callados e ignorar la mentira los vuelve mentirosos y yo no voy a participar en eso ni a mirar sentada y en silencio mientras otros líderes de mi partido se unen a la cruzada del expresidente en socavar nuestra democracia”.
Con estas palabras, la congresista republicana crispo aun más la relación con su propio partido y con Donald Trump, quien había ordenado removerla ante su rechazo a la acusación.
Para suplirla, el ex presidente Trump había “elegido” a la representante por Nueva York, Elise Stefanik, que será votada esta misma semana. De ser ungida, los tres principales puesto de liderazgo del Partido Republicano en la Cámara estarán tomados por congresistas que el 6 de enero pasado, previo al violento asalto al Congreso, votaron por no certificar la victoria del presidente Joe Biden.
OMZI