Cada vez que ocurre un tiroteo masivo o algún debate sobre el control de las armas de fuego en Estados Unidos se convoca inevitablemente al debate que más despierta fricciones, rencillas y debates acalorados entre los progresistas y los conservadores: la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
Una ley tan antigua como ambigua, que da a múltiples interpretaciones tanto de quienes defienden la compra y posesión de armas —como la Asociación Nacional del Rifle, el mayor lobby armamentístico— como quienes desean regularlas, e incluso, prohibirlas.
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¿Pero qué dice exactamente la segunda enmienda? ¿Por qué es "la máxima" ley para la portación de armas, pese a que hay otras regulaciones? ¿Por qué el gobierno no puede legislar leyes contra su posesión?
¿Que establece, en general, la ley que permite la compra fácil de armas en EU?
La Segunda Enmienda permite la compra fácil de armas en Estados Unidos. Lo que facilita su compra es que se está amparado en la propia Constitución, que en vez de restringirlo —como la gran mayoría del mundo lo hace—, lo permite al fundamentarse como un derecho
Sin embargo, al igual que el aborto, cada estado rige sus propias reglas para la adquisición de las misma y tiene sus subsecuentes leyes amparadas con diversas legislaciones federales, donde establecen los requisitos para la compra de un arma. Estos son algunos de ellos para poder adquirir un arma a nivel nacional:
- Ser ciudadano nacido o con la residencia permanente en Estados Unidos.
- No haber antecedentes penales, condenados por un tribunal a más de un año de prisión o ser prófugo de la justicia.
- No tener antecedentes de violencia doméstica.
- No ser consumidor de drogas de forma ilegal.
- No padecer de sus facultades mentales.
- No tener regularizada su situación migratoria en caso de ser extranjero.
A pesar de que cada estado tiene sus propias leyes de armas, la regla generalizada es que sólo los mayores de 21 años pueden comprar libremente un arma en el país. Se debe contar una licencia, tanto para la compra como para el local que las vende y está completamente prohibida las compras a nivel interestatal.
Una ley tan antigua como la Constitución de Estados Unidos
Esta ley es parte de la Carta de Derechos de los Estados Unidos —misma que engloba las primeras 10 enmiendas redactadas durante la Convención Constitucional de Filadelfia de 1789—, en la que se ha basado históricamente el derecho a la portación de armas en el país. Fue una de la leyes respaldadas por uno de los padres fundadores: James Madison.
Su cita textual: «Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar Armas, no será infringido».
¿Cómo está formada la Constitución de EU?
A diferencia de otros países, que basa su Carta Magna con varios números de artículos, hay tres elementos claves en la Constitución de Estados Unidos: un preámbulo, los artículos y las enmiendas.Del preámbulo nace la famosa frase constitucional
«Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una unión más perfecta, establecer la justicia, garantizar la tranquilidad nacional, tender a la defensa común, fomentar el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros y para nuestra posterioridad, por la presente promulgamos y establecemos esta Constitución para los Estados Unidos de América»
Los artículos—que son solamente siete— establecen la estructura gobierno de Estados Unidos, con su división de poderes, establecimiento de Estados y el proceso para tramitar leyes, mismas que se subdividen en secciones y cláusulas. Mientras que las enmiendas reiteran los derechos universales y artículos adicionales sobre el funcionamiento del gobierno.
Este derecho nace debido a la época en la que se promulgó, a finales del siglo XVIII. Donde la gente tenía la libertad de poseer armas tanto para la defensa personal como organizar milicias, suprimir insurrecciones y defenderse contra el enemigo invasor.
Está inspirada en una ley similar dentro de la Declaración de Derechos Inglesa de 1689 —la ley que volvió al Reino Unido una monarquía parlamentaria y con limitaciones al gobierno del Rey—, que tenía como objetivo ser un un derecho auxiliar que respaldaba la autodefensa y resistencia a la opresión, así como el deber cívico de actuar en concierto en defensa del estado.
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Cada uno de los 13 estados fundadores tuvieron que ratificar por separado las enmiendas de la Constitución de los Estados Unidos, muchos de ellos le cambiaron comas y puntuación. Pero el derecho de portarlas existía desde los tiempos coloniales, solamente legalizó su uso en la nueva nación independiente, mismo que quedó garantizado en las primeras constituciones estatales, estableciendo de forma generalizada que una persona tiene el derecho de poseer armas para autodefensa y en la defensa del Estado.
La Segunda Enmienda, con diferentes usos e interpretaciones
A lo largo de la historia se ha debatido hasta qué nivel es permitida la portación de armas en Estados Unidos, aunque todos coinciden que es parte de un derecho establecido en la Constitución, se discute si sólo aplicaba hacia las milicias o hacia la población civil el poseerlas.
Como la interpretación federal es ambigua y abierta, el derecho a poseer armas ha sido usada con diversas connotaciones. La parte de las milicias es la más controvertida de la Segunda Enmienda, ya que juristas a lo largo del tiempo han definido que estaba plenamente empeñada en reglamentarlas, ya que existía cierto nivel de "anarquía" en su formación a nivel estatal.
Incluso, durante gran parte del siglo XIX, los estados sureños buscaron protegerse ante los temores de una rebelión de los afroamericanos —como sucedió en la guerra de Independencia de Haití en 1804—, y por ello dio fundamento a la formación de milicias para mantener el orden social. Al final terminaron siendo reglamentadas hasta 1903, que dio a la creación federal de la Guardia Nacional estadunidense.
Hasta 1934 fue cuando se aprobó la Ley Federal de Armas de Fuego, la primera gran reglamentación sobre la portación de armas en el país —donde se establecían las reglas para compra y venta de armas—, misma que le secundó décadas después con la Ley de Control de Armas en 1968—cuando se autorizó el registro y la creación de licencias para su uso—, pero esto derivó que asociaciones como la Asociación Nacional del Rifle se radicalizaran y se convirtieran en el principal lobby armamentista del país.
La propia Corte Suprema ha tenido posiciones al respecto, tanto a favor como en contra de su portación, dependiendo del número de magistrados que hayan respaldado fallos. Pero el que marcaría la actual posición de Estados Unidos sería con el caso del "Distrito de Columbia vs. Heller" de 2008.
En ella, los magistrados determinaron que la Segunda Enmienda protege el derecho de una persona a poseer y portar armas, sin relación con el servicio en una milicia, para fines tradicionalmente lícitos, como la autodefensa dentro del hogar, añadiendo que ese derecho no es ilimitado y que seguirían estando reguladas.
Desde entonces, se han emprendido diversas batallas legales para impulsar leyes más laxas para la portación de armas. Esto, sumado a la caducidad de la Ley Brady —aprobada para prohibir durante 10 años la venta de rifles de asaltos—, ha provocado que se radicalice la posición sobre su posesión.
Un debate de nunca acabar
En Estados Unidos, los tiroteos terminaron siendo una plaga constante que los sucesivos gobiernos han sido incapaces de erradicar, dado que muchos estadunidenses siguen apegados a las armas. El 42 por ciento de los hogares posee al menos un arma de fuego, de acuerdo con una encuesta de la consultora Gallup, pero sólo el 11 por ciento está de acuerdo con leyes más laxas, mientras que el 52 por ciento busca una legislación más estricta.
El presidente Joe Biden, junto a sus colegas demócratas, rogaron un mayor control de las armas en Estados Unidos, prometiendo más acciones para controlar su venta descontrolada. Sin embargo, consciente de que no está en posición de impulsar acciones audaces debido a su estrechísima mayoría en el Congreso, se ha conformado hasta ahora solo con pequeñas medidas.
La alianza que tienen los republicanos —y algunos demócratas— con la Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha hecho que las leyes para una mayor restricción a su acceso queden en manos del filibusterismo —la táctica de "congelar" el debate de una ley por no alcanzar la mayoría absoluta en el Senado— y que los estados decidan por sí mismo acciones a favor y contra ellas.
Actualmente es imposible que cualquier iniciativa sobre armas salga adelante en el Senado. El Congreso de Estados Unidos lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, protegida por esta enmienda.
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