Un hombre de 21 años fue imputado de asesinato por el tiroteo registrado ayer en un supermercado en Boulder, Colorado, en el que murieron 10 personas, incluyendo un policía, informaron hoy las autoridades locales, mientras la ciudad trata de recomponerse ante este nuevo hecho de violencia ocurrido en Estados Unidos.
El principal sospechoso es identificado como Ahmad Alissa, por el momento está hospitalizado tras ser herido en una pierna. Su condición es "estable" y debe ser pronto trasladado a prisión, declaró la jefa de la policía de Boulder, Maris Herold, en conferencia de prensa.
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"Se le acusa de 10 cargos de asesinato en primer grado y en breve será trasladado a la cárcel del condado de Boulder", dijo.
Las mismas autoridades han informado que no se sabe, por el momento, cuáles fueron los motivos que generaron este tiroteo, donde se pudo identificar a todas las víctimas, quienes tenían entre los 20 y los 65 años. Herold informó que el agente fallecido era padre de siete hijos.
El presunto atacante está acusado de haber abatido a las 10 víctimas la tarde de ayer en los alrededores de la tienda King Soopers en Boulder, una ciudad de unos 110 mil habitantes situada a 50 kilómetros al noroeste de Denver, la capital de Colorado.
Las imágenes en directo mostraron a un hombre, vestido sólo con pantalones cortos de gimnasia, siendo conducido fuera de la tienda por agentes de policía. Tenía las manos esposadas a la espalda y parecía tener una herida en la pierna, con restos de sangre.
Según los medios de comunicación estadunidenses, el hombre iba armado con un fusil de asalto AR-15, un arma que suele utilizarse en este tipo de matanzas, un mal recurrente en Estados Unidos.
El ataque se produjo menos de una semana después de que un pistolero, también de 21 años, matara a tiros a ocho personas en salones de masaje asiáticos de Atlanta, en el estado de Georgia.