El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó ayer a la prensa por especular sobre su estado de salud tras acudir este fin de semana a un hospital militar.
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El mandatario, de 73 años, fue el sábado al hospital Walter Reed, cerca de Washington. Esa visita, que no fue anunciada de antemano y que llega solo a nueve meses de la anterior, suscitó dudas sobre el estado de salud del presidente.
“He realizado un chequeo médico. Regreso y mi mujer (Melania) me dice: ‘Cariño, ¿estás bien? ¿Qué ocurre? Dicen que tal vez tuviste un paro cardiaco’”, contó Trump durante una reunión en la Casa Blanca con los miembros de su administración.
“Estuve ahí poco tiempo (...) hice parte (del chequeo), el resto lo haré en enero”, explicó antes de criticar a los medios de comunicación.
“¡Esa gente está enferma! ¡La prensa en este país es peligrosa! No tenemos libertad de prensa en este país, ¡tenemos lo contrario! Tenemos medios corruptos y espero que mejoren”, declaró.
“INUSUAL” E “INAPROPIADA”
Dos asesores de Seguridad Nacional del gobierno de EU admitieron ayer ante el Congreso que la llamada entre Trump y su par ucraniano, Volodímir Zelenski, fue “inusual” e “inapropiada”.
La tercera vista pública de las sesiones para un posible impeachment contra Trump incluyó al teniente coronel Alexander Vindman, el principal experto para Ucrania del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes afirmó que “fue inapropiado que el presidente pidiera investigar a un rival político”, en la conversación telefónica que mantuvo con Zelenski el 25 de julio. Por su parte, Jennifer Williams, asesora del vicepresidente Mike Pence, calificó de “inusual” la llamada.
Las comparecencias públicas están llamadas a sentar las bases de la posible apertura formal de un juicio político contra Trump señalado por los demócratas de buscar ayuda de un gobierno extranjero para perjudicar a el ex vicepresidente Joe Biden, un potencial rival demócrata en las próximas elecciones de 2020.