Invasión a Ucrania e inflación en EU, los temas de Biden que tocará en el Estado de la Unión

La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró que el discurso de presidente de Estados Unidos ante el Congreso "describirá los pasos que ha dado no solo para apoyar al pueblo ucraniano, sino para mitigar el impacto de la invasión".

Joe Biden ofrecerá su discurso del Estado de la Unión este martes ante legisladores de Estados Unidos. (AP)
AFP
Washington D.C. /

Un Joe Biden impopular y abrumado por varios fracasos políticos intentará levantar la moral de los estadunidenses el martes con su primer discurso sobre el estado de la Unión, con el mundo pendiente de la invasión rusa de Ucrania.

En este importante ritual político, el presidente pronuncia cada año ante los miembros del Congreso un discurso que ha sido sopesado mil veces. Los mandatarios acostumbran a centrarse en temas internos, pero la invasión de Ucrania por orden de su homólogo ruso Vladimir Putin ha desbaratado los planes.

La guerra en Ucrania y la inflación en Estados Unidos centrarán este martes el primer discurso del presidente estadunidense, Joe Biden, sobre el Estado de la Unión, en el que presentará un plan para rebajar los precios en su país.

Con esa baja de popularidad de Biden y las elecciones legislativas cada vez más cerca, la Casa Blanca confiaba en aprovechar el discurso del mandatario ante ambas cámaras del Congreso para defender sus políticas a nivel nacional, sobre todo en el plano económico.

Pero la invasión rusa de Ucrania ha obligado al presidente a dar un mayor peso a la política exterior en su discurso, y se espera que resalte "la importancia de que Estados Unidos sea un líder en el mundo", según la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.

"(Biden) describirá los pasos que ha dado no solo para apoyar al pueblo ucraniano, sino (...) para mitigar el impacto de la invasión de Ucrania en la economía global y en el pueblo estadunidense", dijo Psaki este lunes en su rueda de prensa diaria.

Esta guerra pone a prueba una de las grandes promesas del presidente estadunidense: ser el campeón de las democracias contra los regímenes autoritarios, el unificador de los aliados de Estados Unidos. En el plano internacional, ante la invasión de Ucrania, Biden ha logrado estrechar los lazos entre Estados Unidos y sus aliados occidentales.

Pero muchos republicanos lo acusan de no ser suficientemente firme frente a la brutalidad de Vladimir Putin. Y a nivel nacional el presidente tuvo que enterrar dos importantes promesas de campaña debido a la ínfima mayoría de los demócratas en el Congreso.

Biden hubiera preferido hablar de la vuelta a una cierta normalidad para los estadunidenses, cansados de la pandemia y desmoralizados por un fuerte repunte de la inflación.

Para tratar de levantar la moral del país, el 46º presidente de Estados Unidos recordará algunos éxitos: la economía y el empleo están boyantes, ha lanzado un plan de inversión masiva en infraestructuras, acaba de nombrar a una mujer negra como magistrada de la Corte Suprema.

Con ello, el mandatario quiere dar prioridad al tema que, según las encuestas, preocupa más a los votantes estadunidenses y puede afectar su voto en las elecciones de medio mandato en noviembre.

Pese al robusto crecimiento económico en el país, los estadunidenses están preocupados por la inflación, que en enero se disparó hasta el 7.5 por ciento, algo que ha provocado que el índice de aprobación de Biden caiga hasta alrededor del 40 por ciento.

Por eso, Biden tiene previsto "delinear un plan para bajar los precios para las familias estadunidenses" durante su discurso, que comenzará a las 21.00 horas del martes (tiempo de Washington D.C.), indicó este lunes la Casa Blanca.

Pero a su llegada al imponente edificio se topará con vallas, como las que lo protegieron durante seis meses tras el asalto del 6 de enero de 2021 por parte de simpatizantes del ex presidente Donald Trump.

El mismo Biden parece tener cada vez más dificultad, durante sus apariciones públicas, para expresar con convicción ese optimismo que se había convertido, en más de 40 años de carrera política, en su seña de identidad.

Unas vallas que le recordarán que su promesa de reconciliar a Estados Unidos no parece que sea para mañana. El sábado Trump fue aclamado por sus simpatizantes durante la gran convención anual de los conservadores estadunidenses.

Ese plan consistirá en cuatro pilares: fabricar más en Estados Unidos y fortalecer las cadenas de suministro; reducir el déficit; promover "una competición más justa" para rebajar los precios; y eliminar las barreras que impiden el acceso a empleos bien pagados.

En concreto, citará "medidas prácticas que reducirían los costes para las familias ahora mismo, incluido el precio de los medicamentos, las primas de seguros de salud y los costes de la energía y el cuidado infantil", indicó la Casa Blanca.

También anunciará una iniciativa para promover una mayor competición en la industria de envíos transoceánicos, donde según la Casa Blanca, tres conglomerados controlan el 80 por ciento de la capacidad global de los barcos contenedores.

Por último, anunciará nuevas medidas para mejorar las condiciones en las residencias para la tercera edad, como el establecimiento de un mínimo de personal con el que deben operar.

La pandemia de la covid-19 marcó el primer discurso de Biden ante ambas cámaras del Congreso en abril de 2021, que no se llamó técnicamente "Estado de la Unión" porque el presidente solo llevaba tres meses en el poder.

Al contrario que esa intervención, a la que solo pudieron asistir 200 personas, al acto de este martes están invitados los 535 miembros del Congreso, aunque el número de invitados especiales será limitado.

Además, el uso de cubrebocas durante el discurso será opcional, porque a partir de este martes, tanto la Casa Blanca como el Capitolio eliminarán la utilización obligatoria de esos tapabocas debido al descenso de contagios. 

Biden, que bien podría perder esa mayoría en las elecciones de medio mandato de este año, no pudo conseguir la aprobación de su faraónico programa de gasto social ni de la reforma de la ley electoral, que se supone que mejora el acceso de los afroamericanos a las urnas.

El presidente demócrata, quien no descarta volver a postularse en 2024, destacará proyectos económicos y sociales, según la Casa Blanca, con anuncios concretos sobre el transporte marítimo, las residencias de ancianos o la energía verde.

Biden no ha roto con todas las orientaciones industriales de su predecesor republicano, y podría abogar por la relocalización de actividades y puestos de trabajo en Estados Unidos. Pero hará falta más que un buen discurso del presidente que es el primero en reconocer que no es un orador brillante— para cambiar las opiniones en Estados Unidos.

Según una encuesta publicada a fines de enero por el Instituto Gallup, el 85 por ciento de los estadunidenses dicen que están realmente satisfechos con sus propias vidas, un nivel cercano al más alto de la historia. Pero solo el 17 por ciento cree que su país va por buen camino.

dmr

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