Estados Unidos admitirá 35 mil trabajadores temporales extranjeros más durante el año para cubrir empleos estacionales en medio de un apretado mercado laboral, anunció el jueves el gobierno del presidente Donald Trump.
La decisión de ampliar el número de visas H-2B para trabajadores temporales no agrícolas significa que el gobierno se está alineando con grupos empresariales y miembros del Congreso de Estados Unidos alegando que no hay suficientes estadunidenses para llenar muchos de los puestos en el sector de servicios y para procesamiento de alimentos en el país.
¿En qué consiste la visa H-2B?
Los trabajadores temporales con visas H-2B tienen autorización para permanecer en Estados Unidos por menos de un año y pueden trabajar en áreas como el diseño de parques y jardines, la construcción, el sector hotelero y restaurantero, en plantas procesadoras de mariscos y cárnicos y en parques de diversiones.
Las 35 mil visas adicionales son la mayor cantidad otorgada por el gobierno de Trump, que ha combatido la migración ilegal como parte central de su mandato, pero ha señalado que Estados Unidos necesita trabajadores temporales extranjeros debido a la demanda del mercado laboral.
El año pasado, el gobierno fijó el límite de visas adicionales en 30 mil. En los dos años anteriores fue de 15 mil, de acuerdo con el Instituto de Políticas Migratorias (MPI).
Hay un límite anual de 66 mil visas de ese tipo, pero Estados Unidos permite que el gobierno fije una distribución “suplementaria” en caso de que sea necesaria.
Un total de 10 mil visas H-2B adicionales serán asignadas por primera vez para trabajadores de Guatemala, El Salvador y Honduras debido a que esos países centroamericanos acordaron colaborar con el gobierno estadunidense para recibir a migrantes que buscan asilo en el país a lo largo de su frontera sur, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Durante el anuncio, el DHS señaló que tomará “medidas significativas” para lidiar con el fraude y abuso del programa H-2B y limitará mayormente las visas a los trabajadores que ya han obtenido una y regresado a sus países al haber expirado.
“El DHS está comprometido a garantizar que nuestro sistema de migración se implemente de forma legal y que los trabajadores estadounidenses estén protegidos”, afirmó.
Discrepancia con las políticas de Trump
Si bien empresas y políticos han pedido más visas, ha habido una oposición bipartidista respecto a expandir el programa. También coloca al gobierno en conflicto con aquellos que están a favor de políticas migratorias más restringidas, incluidos muchos simpatizantes del presidente Trump.
En enero, un grupo de senadores republicanos y demócratas escribieron al secretario del Trabajo, Eugene Scalia, para pedir al gobierno que no fuera más allá del límite anual hasta tomar medidas para reforzar las protecciones de empleo y tráfico de trabajadores.
“Aumentar el límite de visas H-2B significa dar prioridad a la mano de obra extranjera y barata que a pagar mejores salarios para los trabajadores estadounidenses que realizan la misma labor”, tuiteó el senador Tom Cotton.
Los activistas a favor de aumentar la cuota disputan que el programa se describa como una forma para contratar extranjeros por menos dinero a expensas de los estadounidenses, alegando que las visas ayudarán a satisfacer las necesidades que de otra forma no lo podrían y a un mayor costo por las reglas del país.
El gobernador de Maryland, Larry Hogan, exhortó recientemente al gobierno a permitir más visas H-2B para cubrir la demanda de la famosa industria de cangrejo de la bahía del Chesapeake en el estado.
“Hay muchos defensores, sobre todo en el Congreso, en ambas partes del pasillo, que realmente presionaron por esto”, dijo Sarah Pierce, analista política del Instituto de Políticas Migratorias (MPI).
dmr