Las bombas enviadas a personalidades demócratas y a CNN salieron de Florida, según medios de EU, que revelaron dos nuevos casos, mientras el presidente Donald Trump arremetía contra la prensa. En tanto, el FIB no descartó más envíos.
Televisoras y periódicos del país señalaron que los paquetes bomba enviados esta semana a figuras como el ex mandatario Barack Obama (2009-2017) y la ex candidata presidencial Hillary Clinton, así como a otras prominentes figuras de ese partido, procedían de la oficina central del Servicio Postal ubicada en Opa-Locka, en el condado de Miami-Dade.
Según el canal CBS, las autoridades investigan las señales que conducen a Florida como lugar de origen del envío, al tiempo que “se buscan en las instalaciones de correos paquetes (sospechosos) adicionales que coincidan con los diez enviados en los últimos cuatro días”, recogió, por su parte, el canal Local 10 News.
El actor Robert De Niro y el ex vicepresidente Joe Biden fueron los últimos objetivos en una serie de presuntas bombas enviadas a una decena de opositores a Trump, quien culpó ayer a los medios de provocar “ira”.
El paquete para De Niro fue interceptado en TriBeCa Productions en Nueva York, cofundada por el actor, así como los dos dirigidos en el estado de Delaware al ex vicepresidente de Obama, potencial candidato demócrata a la presidencia para 2020.
En un clima político polarizado por las legislativas de mitad de mandato del 6 de noviembre, vistas como un referendo sobre la gestión de Trump, el mandatario tuiteó que “una gran parte de la ira que vemos hoy en nuestra sociedad es causada por el reporte intencionalmente falso e inexacto de los principales medios de comunicación a los que me refiero como noticias falsas.
“Se ha vuelto tan malo y odioso que está más allá de toda descripción. Los medios tradicionales deben poner sus asuntos en orden”.
El FBI (Buró Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés) confirmó que la legisladora demócrata por Florida, Debbie Wasserman Schultz, aparecía como remitente en los paquetes sospechosos.
Las autoridades intentan ahora determinar si los dispositivos estaban diseñados con la intención de explotar o si solo fueron enviados para sembrar el miedo.
Tanto el Servicio Secreto (la agencia que vela por la seguridad de dignatarios y ex dignatarios) como el FBI y la policía local buscan identificar al o los responsables de lo que los republicanos en el poder y los demócratas en la oposición han calificado como “terrorismo interno”.
“Es posible que más paquetes puedan o ya hayan sido enviados”, dijo el director adjunto del FBI, William Sweeney.
La racha comenzó el lunes con un dispositivo hallado en el buzón de la residencia en Nueva York del multimillonario George Soros, destacado donante del Partido Demócrata.
Las otras personalidades a las que iban dirigidos los explosivos son la congresista de California Maxine Waters; el fiscal general de Obama, Eric Holder, y el ex director de la CIA (Agencia Central de Inteligencia, por sus siglas en inglés) John Brennan, con un paquete enviado a la sede de CNN en Manhattan.
Van 10 paquetes y el FBI no descarta más
Interceptan bombas dirigidas a Robert De Niro y Joe Biden; el rastro de los envíos llega a Florida, según autoridades estadunidenses.
Washington-Nueva York /
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