La aplastante victoria de Bernie Sanders en las asambleas electorales (caucus) de Nevada disipó a sus contrincantes moderados e inyectó a su campaña por la Casa Blanca un nuevo impulso mientras avanza hacia los siguientes campos de batalla cruciales.
Con su contundente victoria este sábado, el senador de Vermont demostró su capacidad de conseguir apoyos más allá de los votantes de izquierda, contradiciendo la advertencia de varios moderados de que no sería capaz de cerrar la brecha entre progresistas y centristas.
“Anoche demostró que puede energizar nuestra base central”, dijo a CNN Howard Dean, ex candidato presidencial y ex jefe del Comité Nacional Demócrata.
Hasta anoche, Sanders llevaba una cómoda y gran ventaja en Nevada, con el 88 por ciento de los centros de votación escrutados.
El senador de 78 años lidera la contienda demócrata con 47.1 por ciento de los votos, seguido muy de lejos por el ex vicepresidente Joe Biden, con 20.9, y Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend, Indiana, con 13.63 por ciento.
Los siguen las senadoras Elizabeth Warren (9.7) y Amy Klobuchar con 3.9 por ciento.
El equipo de campaña de Buttigieg dirigió una carta al Partido Demócrata de Nevada dando cuenta de “irregularidades” en el recuento de votos
Sanders fue rápido en cantar victoria y dijo que su “coalición multirracial y multigeneracional” que ganó en Nevada “arrasará en el país”.
Para Dean, el resultado del senador en un estado que representa la variedad demográfica de Estados Unidos era “impresionante”.
Las perspectivas de Biden se han desvanecido bruscamente durante las últimas semanas, pero el sábado dijo que se sentía “realmente bien” por su segundo lugar en Nevada.
Su equipo confía en una buena actuación en Carolina del Sur —el próximo sábado—, donde Biden cuenta con el apoyo de un electorado demócrata de mayoría negra.
Después de empatar en el primer lugar en Iowa y de ganar en Nuevo Hampshire, la amplia victoria de Sanders en Nevada lo coloca como favorito, al menos por ahora.
El senador progresista lidera las encuestas nacionales por un margen de 11 puntos sobre Biden y de 13 puntos sobre Mike Bloomberg, el ex alcalde de Nueva York que no concurrió a los primeros estados para centrarse en el “supermartes”, el 3 marzo, cuando votan 14 estados, muchos de ellos con gran peso demográfico que se traduce en alta cantidad de delegados para la convención demócrata que elegirá a su candidato presidencial.
Preocupación interna
Las políticas progresistas de Sanders, incluida la atención médica universal, los impuestos más altos a los ricos y el aumento del salario mínimo han tocado la fibra sensible de millones en EU.
También han despertado alarmas entre algunos demócratas que aseguran que al ser un “izquierdista radical”, desde los parámetros conservadores de EU, será un blanco fácil para el presidente Donald Trump, y que si lidera la carrera opositora en noviembre, el partido podría enfrentar grandes derrotas.
El sábado, Trump felicitó con sarcasmo en Twitter al hombre que llama “Loco Bernie”.
Cuando se le preguntó si la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes podría verse amenazada si Sanders resulta ser el rival de Trump en noviembre, un poderoso demócrata de Carolina del Sur dijo que sí.
“Sería una carga real para nosotros en estos estados o distritos en los que tenemos que hacerlo bien”, dijo James Clyburn.
“En esos distritos, va a ser difícil mantener estos trabajos si tienes que defender a un autoproclamado socialista demócrata”.
Buttigieg felicitó a Sanders por su victoria, pero también advirtió sobre votar por alguien que considera que el capitalismo es “el origen de todos los males”.
En declaraciones a la CNN, el asesor republicano de campaña, Mark McKinnon, predijo que los candidatos con peores resultados dejarán la carrera después del supermartes.
Según McKinnon, si Sanders logra obtener una gran ventaja después del supermartes, sería difícil para otros demócratas oponerse a su nominación en la convención nacional en julio, incluso si no ha ganado una clara mayoría de delegados.
“Hay algo que está sucediendo aquí que desafía la sabiduría convencional”: un hombre de 78 años que atrae a votantes jóvenes que cuentan con mucha energía.
“Nadie me dijo nada”: Trump
Donald Trump acusó este domingo al que fuera “fiscal” jefe en el juicio político contra el presidente, el legislador demócrata Adam Schiff, de estar detrás de las filtraciones a medios de comunicación sobre la supuesta injerencia rusa en el proceso electoral.
“Nadie me dijo nada (...) Deberían investigar a Adam Schiff por filtrar esa (información de) inteligencia”, aseguró Trump a los periodistas antes de partir hacia la India, al ser preguntado sobre las noticias aparecidas en The New York Times y The Washington Post de que el Kremlin pudo haber intentado interferir en las primarias demócratas a favor de Sanders.