La actual falta de lluvias y las altas temperaturas han dejado nuevamente a uno de los ríos más largos de Norteamérica en mal estado, obligando a los administradores de recursos hídricos a advertir el jueves a los agricultores de la región central de Nuevo México que dependen del río Bravo —también conocido como Grande— que los suministros se agotarán en las próximas semanas.
Eso significa que se tiene previsto que algunos de los tramos del río que atraviesan la zona de Albuquerque se sequen, tal como ocurrió el año pasado.
Administradores de recursos hídricos y biólogos del Distrito de Conservación de la Región Media del Río Grande y la Oficina de Recuperación aseguran que están trabajando para mitigar los efectos sobre la carpa chamizal, un pequeño pez nativo en peligro de extinción.
A los usuarios del agua en la región media del río Grande ya se les notificó que esperen cambios en cuanto a la disponibilidad y horarios de distribución en los próximos días.
Debido a una demanda de riego más alta de lo normal y a un caudal del río menor al esperado, el distrito de conservación empezó a liberar agua del Proyecto San Juan-Chama el 17 de julio, el cual trae agua desde la cuenca del río Colorado a la del río Grande a través de un sistema de represas derivadoras, túneles, canales y demás infraestructura. Alrededor del 40% del suministro actual para riego proviene de las liberaciones de almacenamiento del proyecto, mientras que el resto es del caudal natural del río.
Funcionarios del distrito de riego tienen previsto que el agua del proyecto se agote antes del 23 de agosto, por lo que únicamente dependerían del flujo actual para mantener la distribución de agua hasta el otoño.
“La falta de lluvia es complicada por sí sola, aunada a los obstáculos de no ser capaces de almacenar agua para los desembalses veraniegos, es algo desalentador, pero haremos lo mejor posible para trabajar con los usuarios en la región central de Rio Grande Valley para distribuir lo que esté disponible”, dijo Jason Casuga, director del distrito de riego.
La Oficina de Recuperación liberará agua para complementar el flujo en coordinación con el distrito de riego y el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre para enfocarse en zonas específicas del río en donde se sabe que habita la carpa chamizal y para administrar la tasa de desecación del río.
En agosto de 2022, el río Bravo se secó en Albuquerque por primera vez en cuatro décadas debido a una persistente sequía.
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En los últimos 20 años, la Oficina de Recuperación ha cedido alrededor de 863 mil millones de litros de agua para complementar el caudal a lo largo de la región media del río Bravo para ayudar a las especies en peligro de extinción.
La carpa chamizal está en la lista de especies amenazadas desde 1994. Sólo vive en alrededor del 7% de su hábitat histórico y ha resistido un siglo de pérdida de hábitat a medida que se han construido embalses, derivaciones y canales en el río de casi 3.058 kilómetros desde Colorado hasta Nuevo México, Texas y el norte de México.