Estados Unidos anunció, a través de su Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), la reactivación del proceso de asilo para migrantes centroamericanos que aún permanecen en Matamoros, Tamaulipas, como parte del extinto programa "Quédate en México".
El procesamiento de las solicitudes tramitadas antes del 20 de enero por parte de los residentes del campamento, al que se ha bautizado como Ciudad Migrante, contará con el apoyo de organizaciones humanitarias internacionales y el propio gobierno de México, se informó.
El DHS, a cargo de Alejandro Mayorkas, reconoció en un posicionamiento difundido en las últimas horas que el campamento de migrantes en Matamoros se ha visto afectado por el clima extremo en el norte de México y el sur de Estados Unidos.
En Texas, por ejemplo, al otro lado del muro fronterizo, las heladas árticas tomaron tal proporción que las refinerías de donde se obtiene gas tuvieron que suspender actividades, provocando apagones masivos de energía eléctrica y una declaratoria de desastre mayor por parte del presidente, Joe Biden.
En contraste, separados sólo por el muro fronterizo, aquellos que aguardan su turno desde Ciudad Migrante para obtener refugio se protegen del frío en condiciones precarias.
Duermen en casas improvisadas hechas de bolsas de plástico negro o en casas de campaña, además de compartir baños portátiles y ducharse a jicarazos como ha documentado MILENIO.
"Mientras el presidente Biden continúa reconstruyendo el manejo fronterizo de la nación de manera en que refleje los valores de los Estados Unidos, se ha convertido en una prioridad abordar las necesidades humanitarias en Matamoros", subrayó la dependencia a cargo de la seguridad interna de su país.
DHS calificó la reactivación del programa de asilo a migrantes como la siguiente fase del compromiso del actual gobierno con un proceso de migración seguro, ordenado y humano, "mientras continúa aplicando estrictamente nuestras leyes de inmigración y medidas de seguridad fronterizas existentes".
Desde su primer día en la Casa Blanca, Biden ha intentado terminar con el plan impuesto por el anterior presidente, Donald Trump, que permitía que solicitantes de asilo en Estados Unidos desde Centroamérica fueran regresados a México para esperar aquí la resolución de sus casos en las cortes migratorias.
En ese sentido, de forma tajante las autoridades migratorias de la administración Biden explicaron que "los recién llegados al campamento de Matamoros no podrán ingresar a los Estados Unidos a través de este proceso limitado".
Por lo que recordaron a los migrantes que intentan llegar a su país huyendo de situaciones de violencia y precariedad en sus lugares de origen que "no deben acercarse a la frontera, incluso en los puertos de entrada designados, a menos que, y hasta que sean aprobados y reciban información sobre la cita a través del proceso de registro virtual".
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