Advierten sobre el auge de nuevo antisemitismo

Auschwitz

75 aniversario. Con la ausencia de grandes líderes mundiales, sobrevivientes evocan la liberación del campo de exterminio

Jefes de Estado, como monarcas europeos o el presidente alemán, colocaron velas y ofrendas florales. (AP)
Agencia AFP
Oswiecim /

Setenta y cinco años después de la liberación de Auschwitz, supervivientes del Holocausto se congregaron ayer en este lugar del sur de Polonia para honrar a los más de 1.1 millones de víctimas, principalmente judíos.

Más de 200 supervivientes, procedentes de todo el mundo, acudieron al antiguo campo nazi de Auschwitz para compartir sus testimonios que, a la luz de la reciente ola de ataques antisemitas a ambos lados del Atlántico, vienen a ser una advertencia.

Algunos lucieron las bufandas y los uniformes estampados con rayas azules y blancas que se usaban en el campo de la muerte construido por los nazis en Oswiecim, en la entonces Polonia ocupada.

La ceremonia transcurrió en una gran carpa erigida frente a la construcción de ladrillo rojo denominada “puerta de la muerte”.

Miembros de la realeza, presidentes y primeros ministros de unos 60 países, aunque no los líderes de las grandes potencias, se reunieron con los sobrevivientes en Auschwitz y al caer la noche, mostraron velas mientras caminaban por la vía férrea por donde, hace unas ocho décadas, llegaban los judíos provenientes de Europa hacia las cámaras de gas.

Antes los supervivientes cruzaron bajo la escalofriante inscripción de hierro forjado negro “Arbeit macht Frei” (“El trabajo te libera”, en alemán), antes de depositar coronas de flores en el muro de la muerte donde los nazis mataron a miles de prisioneros.

“Auschwitz no cayó súbitamente del cielo, Auschwitz fue avanzando lentamente paso a paso, hasta llegar a lo que ha sucedido aquí”, afirmó Marian Turski, de 93 años, judía polaca sobreviviente del campo, que pidió ejercer vigilancia ante la violación de los derechos de las minorías.

“¡No sean indiferentes!”, imploró Turski ante los invitados a la ceremonia.

“Mucha gente, en muchos países, hicieron posible la existencia de Auschwitz”, recordó el presidente del Congreso judío mundial, Ronald Lauder. “Prácticamente los otros países europeos ayudaron a los nazis a reunir a los ciudadanos judíos”, agregó.

“Es vergonzoso que 75 años después (los sobrevivientes de Auschwitz) vean a sus nietos enfrentados al mismo odio... eso no debe ser tolerado”, añadió Lauder, subrayando el auge de la retórica antisemita y la esporádica violencia mortal en Estados Unidos y Europa.

Desde mediados de 1942, los nazis deportaron a los judíos de toda Europa a seis grandes campos de exterminio: Auschwitz-Birkenau, Belzec, Chelmno, Majdanek, Sobibor y Treblinka.

Israel celebró el jueves en Jerusalén su propio foro sobre el Holocausto, que contó con la asistencia de personalidades como el vicepresidente estadunidense Mike Pence, el mandatario francés Emmanuel Macron y su homólogo ruso, Vladímir Putin. Ninguno de ellos acudió ayer a Auschwitz.

Los Aliados lo sabían en 1942

El mundo se enteró sobrecogido de los horrores después de la entrada del Ejército Rojo (soviético, hoy ruso) en el campo el 27 de enero de 1945, pero los Aliados tuvieron información detallada sobre el genocidio de los judíos mucho antes.

En diciembre de 1942, el gobierno polaco en el exilio, con sede en Londres, transmitió a los Aliados un documento titulado “El exterminio masivo de los judíos en la Polonia ocupada por Alemania”.

Los aliados (encabezados por EU, Francia, Reino Unido y la entonces URSS) “no se creyeron muchos de estos informes”, afirma el profesor Norman Davies, historiador británico de Oxford. Los consideraron exagerados o parte de la propaganda de guerra polaca.

“Fue uno de los mayores crímenes cometidos por aquellos que permanecieron indiferentes porque ellos (los Aliados) pudieron haber hecho algo y deliberadamente no lo hicieron”, afirma David Lenga, de 93 años, superviviente de Auschwitz.

Auschwitz-Birkenau, el campo de concentración nazi más grande y mortal de todos, es el único que se ha conservado.

Judíos recuerdan a Gilberto Bosques

La comunidad judía en México agradeció que el país sea una “isla de tranquilidad” frente al creciente antisemitismo en el resto del mundo, aunque demandó no ser complacientes, al señalar el embajador israelí, Zvi Itzhak, que es necesario no olvidar lecciones como la que dejó el horror de la Segunda Guerra Mundial para no repetir esa historia.

En el contexto del Día del Holocausto, el Senado recordó a las víctimas con una jornada de música y poesía en honor del embajador Gilberto Bosques, que otorgó 40 mil visas a los perseguidos del nazismo, con interpretaciones del chelista Carlos Prieto y el senador Héctor Vasconcelos.

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Con información de Angélica Mercado.

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