¿La ultraderecha al poder? Cuándo y cómo serán las elecciones anticipadas en Italia

Con el calendario marcado, el domingo 25 de septiembre los italianos irán a las urnas debido a las elecciones generales convocadas tras la salida del reconocido economista Mario Draghi del poder como primer ministro, debido a —una vez más— la crisis política en el gobierno de Italia.87

Con una nueva reforma que redujo el número de diputados y senadores en el parlamento, la ultraderecha amenaza con obtener la mayoría del gobierno ante el desgate del partido antisistema Movimiento 5 Estrellas y la división entre los movimientos de izquierda.

¿Cómo será esta elección? ¿Qué partidos de extrema derecha buscan el poder en Italia? ¿Por qué es una nueva crisis en el gobierno italiano? ¿Qué implicaría que los movimientos radicales gobernara uno de los países más ricos económicamente de Europa?

¿Por qué Mario Draghi salió del gobierno?

Draghi, al ser un tecnócrata europeísta —pues fue el presidente del Banco Central Europeo—, fungía como un líder unificador ante la profunda división partidista que existe en el país existente desde la década de 1990, que iba desde la extrema derecha hasta la izquierda.

Su eventual salida, que estuvo amenazada desde antes de su administración con la salida de su antecesor Giuseppe Conte, significaba un nuevo llamado a unas nuevas elecciones, donde no habría un claro partido gobernante. Algo que terminó estallando en julio pasado.

La crisis política se venía gestando desde hacía meses en Roma con el telón de fondo de las luchas internas de los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5E). Conte criticó las políticas económicas de Draghi, principalmente por no respaldar el Reddito di cittadinanza , un ingreso mínimo garantizado para los ciudadanos italianos que viven por debajo del umbral de pobreza, así como el Superbonus 110 , un crédito fiscal de hasta el 110 por ciento.

Pero la guerra entre Rusia y Ucrania agravó la situación dentro del M5E. Conte criticó a Draghi por respaldar abiertamente a Kiev y quien fungía como ministro de Exteriores, Luigi di Maio, abandonó el partido, fundando un nuevo movimiento político: Juntos por el Futuro. El primer ministro aseguró en su momento que si el Movimiento 5 Estrellas deja la gran coalición de gobierno, dimitiría por falta de apoyos.

Conte anunció el 13 de julio que se abstendría durante el voto de confianza sobre el Decreto Aiuti (Decreto de Ayuda Económica) que buscaba aprobar un paquete de 23 mil millones de euros para contrarrestar la crisis económica y energética ocasionada tanto por la guerra como la pandemia de covid-19, alegando que "no era suficiente" para hacer frente al aumento del costo de vida de los italianos.

Aunque se aprobó en el Senado con amplia mayoría, el M5E se abstuvo y abrió la nueva crisis política que dio en una primera instancia la primera renuncia de Draghi al día siguiente, el 14 de julio, pero que fue rechazada por el presidente Sergio Mattarella.

Tanto los cincoestrellistas como el partido de extrema derecha, La Liga —liderados por Matteo Salvini—, pidieron llamar a elecciones anticipadas, mientras miles de alcaldes en el país pidieron a Draghi que rechazara renunciar al gobierno.

El 20 de julio, Draghi se dirigió al Senado para pedir un voto de confianza, y aunque ganó con 93 votos a favor, la ausencia del M5E y La Liga y a otros partidos que eran mayoría, provocó la dimisión del economista del gobierno al día siguiente, pero permaneciendo en el cargo hasta que se realicen los nuevos comicios.

¿Por qué puede ganar la ultraderecha estos comicios?

Para estos comicios irán en alianza los mayores partidos de la derecha en el país: Forza Italia (del ex primer ministro Silvio Berlusconi), La Liga (de Salvini) y Hermanos de Italia. Este último lidera las encuestas debido a su carismática y polémica líder, Giorgia Meloni, dándole a su formación un 24 por ciento de forma individual y hasta un 48 por ciento en coalición.

En tanto, el Partido Democrático —históricamente de centro-izquierda— tiene la misma intención de voto que los Hermanos de Italia, pero en coalición sólo acumula el 31 por ciento. Además, el Movimiento 5 Estrellas está hundido en las encuestas, con sólo el 10 por ciento. El resto de los partidos sin coalición —Acción e Italia Viva— sólo acumulan el 6 por ciento.

El dirigente del Partido Democrático y ex primer ministro, Enrico Letta, destacó las amenazas a la democracia y la integración europea que representan los partidos nacionalistas de ultraderecha, prometiendo que su partido mantendrá a Italia en el centro de la Unión Europea si gana las elecciones parlamentarias anticipadas. 

Además, se suma una variante adicional. Tras el referendo constitucional de 2020 —aprobado con casi el 70 por ciento de los votos—, Italia dio el "Sí" a reducir el número de legisladores en el Parlamento, que para esta ocasión ya son serán 630 diputados y 315 senadores, sino 400 y 200 respectivamente. De acuerdo con las últimas encuestas, la ultraderecha tendría 245 diputados y 127 senadores, obteniendo con comodidad la mayoría absoluta en ambas cámaras.

Meloni —que simpatiza con el fascismo de Benito Mussolini, defiende el nacionalismo, y es antimigrante y euroescéptica— es la que tiene mayores probabilidades de ser la próxima primera ministra de Italia, pero necesita el apoyo de Salvini y de Berlusconi para llegar al Palacio de Chigi, y para ello, también existe división interna. 

Ella advirtió esta semana que "sin un acuerdo sobre el primer ministro la alianza entre la derecha es inútil", y Salvini ha dejado entender que está de acuerdo con que el partido de la coalición que obtenga más votos debe elegir al jefe de gobierno, pero Berlusconi se muestra reacio.

El multimillonario dueño de Mediaset —propietaria de los canales Telecinco y Cuatro en España— y ex presidente del AC Milan, espera desempeñar un papel destacado después del fracaso en enero, cuando no logró que el presidente lo eligiera para presidente de la República.

Además, teme que las posiciones extremas de Meloni asuste a los votantes moderados de su partido. Todo un sector de Forza Italia no digiere el acercamiento al partido Fratelli d'Italia, ni el enfrentamiento con la Unión Europea sobre los tratados y la retórica contra los migrantes.

¿Por qué la elección de Meloni es considerada "riesgosa" para Europa?

Desde sus inicios en la política hace más de una década, Meloni ha logrado recuperar el descontento y las esperanzas frustradas de los italianos contra los "dictados" de la Unión Europea, contra el alto costo de la vida y el futuro bloqueado de los jóvenes. 

Tiene como prioridades cerrar las fronteras para proteger a Italia de la "islamización", renegociar los tratados europeos para que Roma recupere el control de su propio destino y luchar contra los grupos de presión gay y contra el "invierno demográfico" en uno de los países con más ancianos del mundo bajo el lema "Dios, patria, familia".

Su juventud, su tenacidad, su lenguaje directo han conquistado las redes. Se volvió famoso su discurso en 2019 en que se definió así: "Soy Giorgia. Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana"; y para ampliar su electorado y tranquilizar a los sectores moderados, la líder de los Hermanos de Italia se presenta como garante de la "emancipación ideológica" de los italianos frente a "los principios y símbolos fascistas".

"Tengo una relación serena con el fascismo", explicó hace unos meses Meloni, tras afirmar que Benito Mussolini "hizo mucho", aunque cometió "errores", entre los que enumera las leyes raciales, la entrada en la guerra como aliado de la Alemania nazi y su estilo de gobierno autoritario.

Pero en Europa observan la situación con detenimiento ya que la extrema derecha gobernaría un país pilar y fundador de la Unión Europea y de la OTAN, ya que podría representar en el inicio de un 'Italexit', con el fin de recuperar su soberanía ante Bruselas. Tras la salida de Draghi, el costo de la deuda de Italia volvió a subir y la Bolsa de Valores de Milán se ha mantenido inestable, una señal de nerviosismo por la incertidumbre en la tercera economía de la zona euro.

Sin embargo, Meloni subrayó el compromiso de su partido con Occidente y su condena a la invasión rusa de Ucrania, un tema espinoso para el bloque conservador debido a los lazos históricamente estrechos de Salvini y Berlusconi con el presidente ruso Vladimir Putin. Además, negó cualquier plan para salir del euro, y se comprometió a no poner en peligro la hoja de ruta de Roma para obtener miles de millones en fondos de la Unión Europea tras la pandemia de covid-19.

Si bien es probable que los Hermanos de Italia hagan campaña con una combinación de generosidad fiscal —eliminando impuestos— y políticas nacionalistas, lo que podría desestabilizar los mercados y crear tensión con los socios de la Unión Europea, el cambio no pondría en peligro la capacidad de Italia para asegurar la muy necesaria financiación de recuperación del Eurogrupo. 

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