Con un deslumbrante despliegue de color de tulipanes violetas, amarillos y carmesí, el Jardín de flores de Keukenhof, en las afueras de La Haya, suele rivalizar con los principales museos de Ámsterdam como una de las mayores atracciones turísticas de los Países Bajos.
Este año, por segundo año consecutivo, millones de tulipanes en el parque y campos cercanos están floreciendo y probablemente desaparecerán sin ser vistos por muchas personas debido a que el Keukenhof permanece cerrado a los visitantes en medio de la pandemia de coronavirus.
"El Keukenhof solo está abierto ocho semanas al año, desde fines de marzo hasta fines de mayo", dijo el director gerente Bart Siemerink.
Y contó que dadas las actuales restricciones, su mejor apuesta es que pueda abrir a partir de mediados de mayo. "Entonces los tulipanes se han ido y probablemente ningún visitante vendrá este año", agregó. El Keukenhof atrajo cerca de 1.5 millones de visitantes anuales en los años previos a la pandemia, en su mayoría del extranjero.
Como muchos lugares, el parque está intentando mantener algún tipo de ingreso a través de muestras online y programas de televisión. Hubo un breve rayo de esperanza esta semana cuando el gobierno holandés alivió levemente las restricciones por primera vez en meses el 28 de abril, pese a las elevadas tasas de infecciones y hospitalizaciones.
Pero mientras los restaurantes fueron habilitados para poner mesas al aire libre para un número limitado de comensales, los zoológicos y los parques como el Keukenhof no fueron incluidos.
"Enfrentamos un momento difícil, por supuesto", dijo Siemerink. Pero "sobreviviremos y luego recuperaremos los buenos años, probablemente a partir de 2022", concluyó.
dmr